Si uno mira los apellidos en Uruguay, todos tenemos, en algún punto, un apellido italiano, ya sea por parte de madre o de padre, o de un abuelo o abuela. En Uruguay, casi la mitad de los uruguayos tiene esta descendencia y, lo interesante de eso es que lo hace pasible de aplicar para tener la ciudadanía italiana. No es como el resto de las nacionalidades europeas que solo te permiten hacer el trámite si tus padres son nacidos en europa o máximo tus abuelos. Acá hay vía libre: si vos tenés un tatarabuelo italiano, y lo probás, podés ser italiano vos también.
La pospandemia, después de que muchas personas estuvieran dos años sin viajar, y las crisis económicas que derivaron en todas partes del mundo, incluso en Uruguay, hizo que muchos decidieran irse y hubiera una especie de explosión de personas haciendo trámites con ese propósito.
Son cientos de personas en Uruguay que esperan los lunes y miércoles a que se abran los turnos para intentar conseguir una cita en la embajada una vez que tienen toda la carpeta con los documentos que acreditan su ascendencia italiana.
Hay varias cosas que juegan a la hora de “tener suerte” para conseguir hora en la embajada, que implica, sobre todo, tener una computadora y una conexión rápida. Gana el que hace el click más rápido.
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Foto: FocoUy