La adicción al sexo es una preocupación excesiva por fantasías, impulsos o conductas sexuales que es difícil de controlar, provoca angustia o afecta de manera negativa, la salud, el trabajo, las relaciones y otros aspectos de la vida. La educadora sexual, Silvia Copello, indicó a 970 Noticias que el acceso a la pornografía ha configurado esta adicción por las facilidad que se tiene para consumir ese tipo de material. Por lo tanto, es «una gran puerta de entrada» a esta problemática.

La adicción al sexo es una dependencia a una no sustancia, que genera trastornos en el comportamiento y los pensamientos obsesivos. Sin embargo, no se trata como tal, pero tiene las mismas características que la dependencia a una sustancia.

Una vez que el adicto se hace dependiente del consumo de pornografía busca ir a más, ya que genera una tolerancia y no está conforme. Después de esta etapa empieza a afectar su comportamiento y busca tener sexo con cualquier persona, sin evaluar el riesgo y las consecuencias ya que no tiene control de sus impulsos.

El sexo y su relación con las redes sociales

En la mayoría de los casos influyen de forma negativa, ya que se tiene fácil acceso a distintas plataformas y mediante ellas, muchas veces, se puede tener sexo vía web, a través de las pantallas. Pero también sirven de ayuda, ya que existen podcast que hablan de estos temas, de como revertir tus hábitos.

En Uruguay hay una organización que trabaja de forma honoraria con personas adictas al sexo y al amor. La misma, denominada Dependientes de Amor y Sexo Anónimos (DASA), cuenta con el modelo patrocinado de los 12 pasos de alcohólicos anónimos para poder reconocer la adicción sexual y poder empezar a aplicar cambios de conducta. Estos no deben ser de forma drástica ya que no ayudaría al tratamiento sino paso a paso.

Muchas veces la persona no puede establecer un vínculo emocional ni romantico porque llega un momento que la pareja no lo puede satisfacer. Por este motivo se comienza a tener una doble vida o a consumir prostitución. Este tipo de situaciones se diferencia de la hipersexualidad, que es un alto deseo sexual y cuando la persona se complace se siente satisfecha.

DASA trabaja con entre 20 y 25 personas en Montevideo. Las estadísticas indican, según la educadora sexual, que esta problemática afecta más a hombres que a mujeres. Ya que estas últimas suelen tender a la codependenica emocional. Esto responde a una cuestión cultural y de educación. “Uno no va a morir siendo adicto sexual, si se predispone a sanar, lo va a poder hacer”, concluyó la educadora.

 

En referencia al consumo de plataformas, cabe señalar que Uruguay es igual al resto del mundo, el porcentaje no varía. Tan solo entre un 3% y un 5% paga por acceder a contenido para adultos. En Sudamérica el consumo se da generalmente en la noche. La franja etaria va de 18 a 32 años y de 32 a 44 años, esta última es la que más consume.

El empresario uruguayo, dueño de DivasTV, Mauricio Peña, contó a 970 Noticias que ya no realizarán más producciones uruguayas sino que comprarán a otros países. Sin embargo, reconoció que pese a que el costo es más elevado, nuestro país brinda más seguridad jurídica.

La plataforma recibe 100 mil visitas únicas diarias, lo que significa 3 millones de visitas mensuales. El promedio que el usuario permanece mirando es de 7 a 8 minutos diarios, cifras que varían si el contenido es gratuito. Las suscripciones van desde 15 dólares mensuales, cambia según el contenido, actualmente hay 6 mil canales.