Este miércoles la Comisión de Salud Pública del Senado aprobó el proyecto de ley para habilitar la «voluntad anticipada» a la hora de internar a personas adictas a las drogas.

La iniciativa fue presentada por las diputadas Nibia Riesch (Partido Colorado) y Silvana Pérez Bonavita (Cabildo Abierto), y está inspirada en una propuesta de Madres del Cerro. Lo que propone es que las personas que estén transitando una adicción puedan manifestar por escrito, cuando estén aptas, que están dispuestas a recibir un tratamiento de desintoxicación, rehabilitación y reinserción social.

Ante esta situación, 970 Noticias se planteó la siguiente interrogante: ¿cómo es trabajar con personas adictas a las drogas?

En este sentido, nos comunicamos con Jóvenes Marcando la Diferencia, una asociación civil que trabaja con adictos y sus familias. Su trabajo, declarado de interés departamental , se basa en acompañar a la persona desde su internación, hasta su integración en la sociedad.

Para lograr su objetivo trabajan con psicólogos, asistentes sociales y otros especialistas. Luego de su rehabilitación desarrollan una serie de actividades culturales para que la persona no vuelva a caer en situación de consumo problemático, como por ejemplo la música.

“Un trabajo duro y difícil”

En diálogo con 970 Noticias, Mabel, integrante de Jóvenes Marcando la Diferencia, contó que en estos nueve años que llevan trabajando en la sociedad uruguaya han pérdido a varios jóvenes. Muchos de ellos fueron asesinados por estar vinculados al mundo de la droga, ya sea como consumidores o siendo parte del negocio.

Uno de los impulsores de esta asociación civil, fue Nicolás, asesinado a la salida de un baile en 2016 por una bala pérdida. Varios jóvenes que compartieron con él le escribieron una canción, la que será la que encabece el disco que próximamente lanzarán.

“Vimos cosas muy fuertes”

La asociación civil tuvo una experiencia trabajando en la cárcel Santiago Vázquez (ex Comcar), donde, según Mabel, la realidad de los jóvenes era preocupante y muy grave.

En esta línea, contó que en varias oportunidades se cruzaron con personas que eran abusadas con apenas 18 años de edad y a pocos días de haber ingresado al centro penitenciario. Algunos de los voluntarios abandonaron el trabajo por no soportar lo que estaban presenciando.

En cuanto al proyecto de voluntad anticipada, Mabel afirmó que es una buena idea, pero que no están del todo de acuerdo, ya que explicó que la importancia está en lo que suceda una vez que la persona salga de rehabilitación, algo que la iniciativa no contempla, según la asociación civil.