Gabriel Camilo, un hombre que estuvo 11 años privado de libertad, decidió cambiar su vida una vez que salió de la cárcel. En 2015 fundó el proyecto “Nuestros hijos nos esperan” en el que mediante la creación de libros de madera busca motivar a que otros privados de libertad puedan mejorar la relación con sus hijos y tener una proyección a futuro una vez que recuperan su libertad.
“El motivo real de que esto pase está basado en el dolor de que los niños no tienen la culpa de que sus padres cometan un delito y queden a la deriva”, dijo Camilo en Punto de Encuentro.
Camilo comenzó con este proyecto en 2015 y con el paso del tiempo se sumaron otros compañeros que hoy forman parte. “El proyecto es una esperanza para los que están privados de libertad. Me perdí un montón de cosas en la vida de mis hijos y eso te lleva a la desesperanza. Este es un proyecto para que se den cuenta que no todo está perdido”.
El próximo viernes 12 abrirán un centro de recapacitación social donde irán 25 personas en situación de calle que salieron de la cárcel. Esto se logró luego de firmar un convenio con el Ministerio de Desarrollo Social y la intención de este centro es que las personas que vayan consigan un trabajo y logren reinsertarse en la sociedad.
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