La industria medicinal del cannabis está sufriendo una fuerte retracción que afecta a las empresas por su escaza capacidad de desarrollo. Esto se debe a varios factorees, uno de carácter regulatorio, pero en su mayoría por trabas burocráticas, dijo a 970 Noticias el presidente de la Cámara de Empresas de Cannabis Medicinal (Cecam), Ricardo Paez.

“La industria del cannabis no tiene vuelta atrás y todas las predicciones que se hacen a nivel internacional son muy positivas, pero la positividad depende de la velocidad con que los distintos países vayan liberando y regulando el uso de cannabis” explicó y “lamentablemente la velocidad en la que esperábamos que se desarrollara esta regulación a nivel internacional no ha ido acorde a lo que esperábamos”, dijo.

“Para el país en particular y los productores de cáñamo hay pocos mercados posibles que tengan una regulación parecida a la nuestra o sea que admitan productos con hasta el 1% de tetrahidrocannabinol (THC), en particular hay solamente dos (Suiza y República Checa) y se abrió el mercado americano también con un artilugio, analizando una variación de THC pero evidentemente esos mercados no dan abasto para nuestra producción y están recibiendo producciones regionales y de otros lugares y evidentemente los precios se han ido abajo y la demanda cayó”, explicó.

Entonces las producciones de los últimos dos años han quedado la mayoría en stock y lo que se ha vendido se ha hecho a precios muy bajos “por eso hay una retracción financiera muy importante”

 

Sobre regulación y apertura del mercado interno:

Paez sostuvo que desde el punto de visto regulatorio consideran que se podría haber ido mucho más rápido. Según explicó todo el proceso de otorgamiento de licencias fue muy lento y eso provocó que cuando salieran al mercado los productos estuvieran fuera de competencia.

Por eso, solicitan que se amplíe la aprobación de productos para comercializar, como, por ejemplo, alimentos o suplementos alimenticios, variaciones de cosméticos con THC o las mismas flores que se exportan a otros países pero no se pueden comercializar en Uruguay.

“Eso mejoraría el funcionamiento del mercado interno y generaría negocios para las empresas locales”, expresó.

Paez sostuvo que el tema regulatorio es algo que depende más del ejecutivo y el legislativo y no tanto del IRCAA, con el que tienen una buena relación y en ese sentido sostuvo que deberían acercarse más a los legisladores “tenemos que discutir más de cerca con ellos”, añadió.

 

Foto: cecam.com.uy