El senador blanco, Sebastian Da Silva opinó que «hay muchos radares» y que existe «una moda de los radares que se inició en Montevideo, siguió en Canelones» y ahora vemos los radares pero no sabemos si son del Ministerio de Transporte, de Interior o de la intendencia de turno. «Es fácil recaudar a partir de los radares, a mí me molesta», agregó.
Consultado sobre la pertinencia de aumentar las velocidades máximas permitidas, dijo no tener «autoridad moral» para dar una postura ya que como «hace muchos kilómetros», «generalmente» no va a 70 km/h sino que va «por encima de esa velocidad».
El senador del Partido Nacional, Rodrigo Blás cuestionó el hecho de que los planteos realizados por el Ministerio de Transporte se centren exclusivamente en límites de velocidad y mecanismos sancionatorios.
Blás argumentó que sólo 3% de los accidentes en rutas tienen su origen en excesos de velocidad, y que la utilización de límites no fue exitosa en otras partes del mundo.