La popular canción “Flor pálida”, interpretada por el artista nacido en Nueva York, de origen puertoriqueño, Marc Anthony, fue una de las canciones elegidas por el narcotraficante uruguayo, Sebastían Marset, en la entrevista con Santo y Seña para dedicarle a su novia, Gianina García. La historia detrás de este éxito, que cuenta con casi 900 millones de reproducciones en la plataforma YouTube, es una mezcla de esperanza y desazón por la trama y el desenlace.

El tema fue compuesto por el cantante y compositor cubano, Polo Montañez (Fernando Borrego Linares), nacido el 5 de junio de 1955 en el Brujito (Cuba), quien fuera antes de ser artista a tiempo completo, campesino, leñador y fabricante de carbón vegetal. La musa inspiradora de la canción fue Adys García, una mujer divorciada, que se había casado muy joven, desestimando los estudios y sus proyectos personales, y se dedicó al hogar. Luego de 24 años de casados y habiendo contraído la unión a la edad de 20, Adys se encontraba sola y sin rumbo a sus 44 años trabajando en el restaurante La Casona, lugar donde Polo Montañez frecuentaba.

Aquella mujer de rostro duro, que le costaba mucho sonreír era quien atendía al artista campesino cada vez que iba a este recinto, pero él no llegaba solo, iba acompañado de su señora Loyda Bouse, situación que no sonrojaba al artista que de igual manera siempre intentaba coquetear con la mesera de mirada cabizbaja. Elogio va elogio viene, Montañez se separó de la mujer, y la relación entre el artista y la mesera se iba forjando, y esa caparazón dura de Adys se iba rompiendo poco a poco, él le prestaba cassettes de música y ella lo motivaba a que sus composiciones salgan a la luz.

Adys cedió ante los encantos del cantante que después de tanta insistencia, logró su cometido y “floreció” el amor. Desde ese momento, la carrera de Montañez fue en ascenso, grabó sus composiciones y empezó a disfrutar de las mieles de los éxitos acompañado de su nuevo amor. En ese período de enamoramiento, fue que compuso la canción “Flor Pálida”, quien describe a la perfección su historia de amor entre ellos, una narración de aquella mujer desesperanzada que tuvo una primavera en su nuevo amor, como un sello de esta relación le dedicó la canción precisamente en el lugar donde se conocieron en La Casona, allá por el año 2001.

Pero no fue todo color de rosas, el 20 de noviembre, unos días antes del matrimonio, Polo Montañez viajó a La Habana con Adys, los acompañaban Mirel, hijo de Adys, Gisela María e Idelma, ambas vecinas, y un bebé. Fueron a cumplirle a Gisela su sueño de celebrar los 15 años en La Habana. Al retorno, el vehículo se estrelló por detrás contra un tractocamión, inexplicablemente estacionado sobre la vía rápida. En el impacto murió Mirel el hijo menor de Adys. A los seis días, el 26 de noviembre de 2002 falleció Polo Montañez.

 

Hallé una florUn día en el caminoQue apareció marchita y deshojadaYa casi pálida, ahogada en un suspiroMe la llevé a mi jardín para cuidarla
Aquella flor de pétalos dormidosA la que cuido hoy con todo el almaRecuperó el color que había perdidoPorque encontró un cuidador que la regara
Le fui poniendo un poquito de amorLa fui abrigando en mi almaY en el invierno le daba calorPara que no se dañara
De aquella flor hoy el dueño soy yoY he prometido cuidarlaPara que nadie le robe el colorPara que nunca se vaya
De aquella flor surgieron tantas cosasNació el amor que un día se había perdidoY con la luz del sol se fue la sombraY con la sombra la distancia y el olvido
Le fui poniendo un poquito de amorLa fui abrigando en mi almaY en el invierno le daba calorPara que no se dañara
De aquella flor hoy el dueño soy yoY he prometido cuidarlaPara que siempre esté cerca de míPara que nunca se vaya
Le fui brindando cariño un poquito de amor (para que nunca se vaya)Y en el invierno llenó mi jardín de color (para que nunca se vaya)Ay, cuando la vi, me enamoré y me la llevé, me la llevéAve María, Puerto Rico