Columna del profesor Alejandro Giménez

 

En un nuevo capítulo de #Otra Historia y a pocos días del arranque de una nueva Copa América,  el profesor Alejandro Giménez nos acerca a los orígenes de los álbumes de figuritas.

1) Origen de los álbumes- Último tercio del siglo XIX en EEUU y Europa.

En 1890 aparecieron las primeras figuritas, que precedieron a los álbumes. Marcos Silvera Antúnez, historiador y coleccionista, es el especialista más destacado en el tema, y autor del libro «El Álbum de Figuritas. Cien años en el Uruguay», de Ediciones El Galeón, 1999.

Antes de 1900 los álbumes fueron caseros, como los que aún hoy se usan para guardar fotos familiares. Las marcas de cigarrillos y habanillos ingresados desde exterior traían figuritas para coleccionar. Más adelante también los jabones y los “chocolatines” serían portadores de las figuritas, para alegría de los niños y no tanto …
En el Uruguay, la fábrica «La Nacional» sobre fines del siglo XIX con sus cigarrillos «Ferriolo» pone en circulación las primeras series de figuritas para coleccionar, primera fábrica de cigarrillos armados con maquinaria traída de Francias po Aquiles Ferriolo.
Aparecen en ese momento tabacaleras y marcas que serían tradicionales, como la de Juan Abal, propietario de Tabacos «La Capital», y los cigarrillos «La Paz», de Maranges, entre otras.

2) ¿Cuándo se introduce el fútbol como temática coleccionable?

En 1909 los cigarrillos «Alfonso XIII», de Domingo Bernini, introducen al deporte como temática coleccionable. Piendibene, Benincasa, el primer River Plate, Dublín, y hasta toreros («Taurinos») y jockeys y caballos, en los «Habanillos Maroñas». Los «Londres» en las dos primeras décadas del siglo ya tienen a Peñarol y Nacional.
A fines de la década del ´20 hay un cambio importante, y es que hacia 1927 las cajas de cigarrillos dejan de traer figuritas, pasando a venir en los recordados chocolatines.

El primer álbum de figuritas de fútbol sale vinculado al Mundial del ´30, el que incluía chapitas de metal, que se juntaban y no se pegaban en el mismo, por lo que puede decirse que la primera Copa del Mundo ya tuvo álbum. A nivel local en Uruguay, el primer álbum es de 1933 con los clubes de primera junto a imágenes de los campeonatos Colombes 1924 y Ámsterdam 1928.

En ocasión del Mundial de 1950, salió una edición del álbum «Goles y Dobles», aquel con forma de pelota, aún a cargo de editores locales, como «Novedades Crack» y «Mosca». Nobel Valentini, árbitro, periodista y empresario, inicia en 1948 la serie de álbumes «Uruguayos Campeones» y los de «Donald Goleador» y «Donald Campeón», en el que se veía a equipos y jugadores de nuestro medio junto a Donald, Mickey, Tribilin, Dumbo y otros personajes de Disney.

Los álbumes interesan a nivel del continente americano, habiendo países que los tenían en sus torneos internos. No hubo álbumes uruguayos hasta el Mundial de Inglaterra de 1966. Para ese Mundial las fotos de los jugadores eran de cuerpo entero. El álbum de México ’70 también distinguía por contener algunas particularidades, entre ellas, ofrecía obsequios desde banderines, pelotas, y como premio máximo podía ser una muñeca para las niñas o un futbolito para los varones.

A fines de los años ’60 el álbum «La Gran Pegada» llegó a tener un programa de televisión, que se hacía en vivo en el viejo edificio de Canal 4, en 18 de Julio y Eduardo Acevedo.

3) Una multinacional en el negocio de los álbumes de fútbol

La transformación a nivel mundial a inicios de los ´70 fue la aparición de los álbumes «Panini», emprendimiento de unos hermanos italianos de Módena, Benito y Giuseppe Panini, que empezaron en 1961 con un álbum del campeonato de su país, y luego conquistaron el mundo con el primer ejemplar a nivel de copas del mundo de selecciones en el torneo jugado en 1970 en México. Aquí el primer álbum de esa empresa se populariza en Italia ´90, primero con figuritas autoadhesivas, siendo en 1971.

También se acuerda en 1975 del recordado «Vida y color», con animales, países y mapas; el «Nuestro mundo», de 1974, de geografía, con gran formato; y el de «Pibelandia» (así se llamaba el espacio de dibujos animados que emitía todas las tardes Canal 4) de 1970-71. Marcos Silvera cree que «son una buena manera de aprender los colores de camisetas de equipos y selecciones, y conocer las banderas de los países». A la hora del recreo es habitual en las escuelas el cambio de figuritas, y hasta las maestras lo hacen con sus alumnos.