En el último encuentro de cuartos de final de Copa América disputado en Las Vegas, Uruguay eliminó en los penales a Brasil y se metió entre las 4 mejores de América después de haber empatado 0 a 0 en tiempo regular.

Lo primero que se debe remarcar es que se vio un encuentro con muy poco vuelo a nivel futbolístico. En este enfrentamiento prevaleció el roce, la pierna fuerte, la protesta y el temperamento.

La celeste no tuvo su mejor actuación pero su rival tampoco fue superior. Las defensas prevalecieron sobre los ataques y se generaron muy pocas situaciones de peligro real.

Dentro de ese panorama es valorable lo del elenco charrúa. El hecho de saber competir, aún cuando no se puede fluir en el juego, es importante. Incluso lo hizo estando en desventaja numérica de futbolistas.

Uruguay se plantó y le mostró a Brasil que a empuje y a fuerza no la iban a poder doblegar.
El partido costó una nueva lesión de Ronald Araujo y la expulsión de Nahitan Nández, bien decretada.

Hasta su expulsión, el número 8 que juega de lateral derecho había sido de los más regulares. Mathías Olivera destacó, primero como lateral y después como zaguero. Muy buen segundo tiempo de Manuel Ugarte.

Sin dudas Sergio Rochet merece un párrafo aparte. El “chino” tuvo dos apariciones determinantes; una en el primer tiempo y la otra en la tanda de penales conteniendo el primer disparo de Éder Militão.

Se luchó, se metió, se corrió, se entregó y se eliminó a una candidata al título, a pesar de su muy mal presente. Ahora se vendrá, tal vez, la mejor selección del certamen: Colombia. Ese partido se llevará a cabo el próximo miércoles a las 21:00 (hora local).