En un Nilton Santos con 43.000 personas, Botafogo no tuvo piedad, goleó a Peñarol por 5 a 0 y ya saca boletos para la final en Buenos Aires.
Los goles locales fueron anotados por Jefferson Savarino, por partida doble, Alexander Barboza, Luiz Henrique (la figura) e Igor Jesús.
Un partido que tuvo un cambio de 180º de tiempo a tiempo. La primera mitad del carbonero fue buena para sus objetivos. Anuló virtudes del rival, fue intenso y ordenado. Incluso Rodrigo Pérez tuvo un clara situación.
Los segundos 45 minutos fueron los peores mirasoles del año. Todo lo bueno que había mostrado hasta acá se derrumbó. Recibieron 3 goles en 8′ minutos, se terminaron llevando 5 y pudieron ser más.
De entrada se notó que Peñarol salió demasiado atrás a ese segundo tiempo. Un pase filtrado del fogão rompió todo en pedazos. El aurinegro perdió concentración, orden, confianza y hasta piernas.
Los cariocas tiraron toda la jerarquía encima, aprovecharon el descalabro ajeno y se lucieron. Bestial rendimiento de Luiz Henrique y determinante Jefferson Savarino.
La llave está resuelta y hoy Peñarol vivió una pesadilla futbolística. Antes de este juego había recibido 6 goles en toda la Copa, hoy fueron 5 en un tiempo. No hay mucho más agregar y todos fueron responsables.
Todos fueron responsables también de la muy buena Libertadores que hizo el manya hasta acá. Aún cuando las distancias son cada vez más nítidas en cuanto al poderío de una liga y otra, supo competir con entereza.
Después de una catarara de fracasos en lo internacional, este año Peñarol volvió a ilusionar a sus hinchas, que hoy fueron en gran número a Río de Janeiro.
El cachetazo es un knock out, pero no debería borrar todo lo bueno como con un plumero.
El próximo miércoles el Campeón del Siglo estará lleno, no nos quedan dudas que los de Diego Aguirre buscarán despedirse con un triunfo, dándolo todo y compitiendo con cabeza arriba.
Esta noche fue demasiada la jerarquía.
📸 Peñarol oficial