Escuche el informe completo aquí:

 

La siniestralidad vial en Uruguay volvió a ser una de las principales preocupaciones del año 2025. De acuerdo con el último informe publicado por la Unidad Nacional de Seguridad Vial, durante todo el año pasado, se registraron más de 21.500 siniestros de tránsito en todo el país. Esto representa un aumento del 4,9 % respecto a 2023, lo que marca una tendencia preocupante de incremento sostenido, tanto en cantidad de accidentes como en consecuencias humanas.

En ese marco, el número total de personas lesionadas superó las 27.300, lo que implica un aumento del 5,7 % frente al año anterior. En promedio, cada día 75 personas resultaron heridas por siniestros viales en Uruguay.
Más alarmante aún es la cifra de fallecidos: 434 personas perdieron la vida en accidentes de tránsito en 2024. Esto representa un aumento del 2,8 % respecto al año pasado, y deja la tasa de mortalidad prácticamente estancada: 12,1 fallecidos cada 100.000 habitantes, sin avances significativos desde 2019.

Pero detrás de cada cifra, hay historias, personas, familias rotas.

Y al desglosar los datos, se confirman patrones persistentes: el 60 % de los lesionados y casi el 80 % de los fallecidos son hombres. Las franjas etarias más vulnerables siguen siendo los jóvenes: los lesionados se concentran entre los 15 y 34 años, especialmente en el grupo de 20 a 24, mientras que entre los fallecidos predominan hombres jóvenes, en su mayoría motociclistas.

Y es que las motos siguen siendo el vehículo más involucrado en siniestros. Casi el 65 % de los lesionados eran motociclistas, y también la mitad de los fallecidos. Este dato refleja un problema estructural: la moto es el vehículo más accesible en muchos departamentos, pero también el más peligroso. En zonas del interior, 2 de cada 3 muertos en siniestros viales iban en moto.

A esto se suma el riesgo de los llamados «usuarios vulnerables»: peatones, ciclistas y motociclistas. En conjunto, representan más del 67 % de las muertes viales. Es decir, 7 de cada 10 personas que murieron el año pasado en siniestros de tránsito no iban dentro de un vehículo de cuatro ruedas.

Uno de los factores más determinantes sigue siendo el alcohol al volante. En 2024 se realizaron más de 18.000 controles, y aunque el promedio nacional de positivos fue de un 5,5 %, esa cifra se dispara durante los fines de semana. Los domingos, por ejemplo, el 15 % de los controles dio positivo, lo que refleja un fuerte vínculo entre consumo de alcohol y accidentes en horarios nocturnos o festivos.

Otra variable clave es el uso de casco: el 81 % de los motociclistas lo utilizaban al momento del siniestro. Sin embargo, aún hay un 19 % que circula sin protección básica, y está comprobado que no usar casco multiplica exponencialmente el riesgo de muerte o lesiones irreversibles.

Y hablando de días y horarios críticos, el informe es claro: el 40 % de los fallecimientos ocurren entre el viernes a la noche y el lunes de mañana. Esto sugiere que el ocio, el fin de semana, la nocturnidad y el alcohol forman una combinación trágica.

También hay que mirar el contexto. Uruguay se comprometió ante Naciones Unidas a reducir a la mitad las muertes por siniestros de tránsito durante la década 2021–2030. Pero con cifras estancadas y una leve tendencia al alza, el objetivo parece cada vez más lejano.

Si bien existen políticas públicas como la tolerancia cero al alcohol, el fomento del uso del casco, campañas educativas y tecnología en rutas, los datos muestran que los esfuerzos actuales no están siendo suficientes. Y no es solo responsabilidad del Estado: como sociedad, debemos asumir que la seguridad vial es una construcción colectiva.
Cada muerte en la ruta es una tragedia evitable. Y cada número, una historia que no debió terminar así.

Como parte de este informe, escuchamos también la visión del presidente de la Unidad Nacional de Seguridad Vial, Marcelo Metediera, quien se refirió a los desafíos que enfrenta el país en materia de siniestralidad y al compromiso institucional para revertir esta tendencia.

Desde la Unidad Nacional de Seguridad Vial también se reconoce que la situación es crítica. Marzo cerró con 50 fallecidos y junio con 47, pero lo más alarmante es que en este último mes, 17 personas murieron en apenas dos días. Esto motivó una reacción directa por parte de las autoridades.

El presidente de UNASEV, Marcelo Metediera, habló con 970 Noticias sobre las medidas que se están implementando para tratar de revertir esta tendencia.

Por otra parte, Metediera anunció la implementación de la libreta de conducir por puntos a partir del primer semestre del próximo año.

¿Qué es? La licencia por puntos es un sistema que asigna un número determinado de puntos a cada conductor al momento de obtener su libreta. A medida que el conductor comete infracciones, se le van descontando puntos según la gravedad de cada falta.

Desde la Unidad Nacional de Seguridad Vial se impulsa la implementación de un sistema de licencia por puntos, una herramienta que busca reducir la siniestralidad mediante la educación y el control sostenido de los conductores.
La idea es que cada persona comience con una cantidad determinada de puntos —por ejemplo, 12 o 15— y que, al cometer infracciones, vaya perdiendo unidades según la gravedad de la falta. Si se agotan los puntos, la libreta queda suspendida, y el conductor deberá realizar cursos o esperar un período para recuperarla.

El presidente de UNASEV, Marcelo Metediera, afirmó que se trata de una medida que apunta a cambiar el comportamiento a largo plazo. Para aplicarla, será necesario unificar criterios entre intendencias, fortalecer la fiscalización y lograr que la Justicia tenga un rol activo en el juzgamiento de infracciones

El mensaje es claro: no alcanza solo con campañas, se necesita una respuesta coordinada entre educación, control y sanción. La implementación del permiso por puntos y el rol más activo de la Justicia pueden ser pasos clave, pero también es fundamental que la sociedad entienda la gravedad del problema. Porque mientras haya cifras como las de marzo y junio, con tantos fallecidos en tan poco tiempo, la urgencia sigue vigente.