Este miércoles 24 de agosto se cumple un año del decreto de la esencialidad contra la educación y finalmente, tras una advertencia de las autoridades, los docentes leerán la proclama contra el Gobierno en los diferentes salones de profesores y no en el aula, como FENAPES había resuelto originalmente. El gremio dijo que se trató de un error de comunicación.
El comunicado original de FENAPES hacia los docentes decía lo siguiente: “Se encomienda la más amplia difusión” de la declaración contra la esencialidad,”en especial dar lectura a la misma el 24 de agosto en las aulas”.
Una vez que se hizo pública esa recomendación de FENAPES, se desató una enorme polémica, dado que si los docentes leen este comunicado en el aula, estarían violando la Constitución de la República, que en su artículo 58, señala: “En los lugares y las horas de trabajo, queda prohibida toda actividad ajena a la función, reputándose ilícita la dirigida a fines de proselitismo de cualquier especie”.
Pero además, el estatuto docente afirma en su artículo 3 que los docentes deben “abstenerse de hacer proselitismo de cualquier especie, en el ejercicio de sus funciones o en ocasión de las mismas”. Tampoco deben “permitir que los bienes o el nombre del Ente sean usados con tales fines”. El texto marca que “la violación de este inciso será preceptiva causal de destitución”.
El tema lo analizó el Codicen de la ANEP, que emitió un comunicado en donde afirma que el organismo “velará por el estricto cumplimiento de las normas vigentes, en lo relativo a la intención de la Federación de Profesores de Educación Secundaria (FENAPES) de leer una declaración en las aulas liceales”.
“Al respecto, el CODICEN avaló el informe de su Asesoría Jurídica, que considera que la lectura de dicho documento ‘implica una lesión al principio de laicidad y resulta absolutamente improcedente desde el punto de vista jurídico, en la medida en que obliga a los educandos a recepcionar el planteamiento’”
Finalmente, tras esta advertencia del CODICEN de la ANEP, FENAPES afirmó que se trató de un “error” en el comunicado original del gremio. En vez de decir que la lectura de la nota se debe realizar en el aula, debieron decir que la misma se va a realizar en las salas docentes.
Por otra parte, en lo que respecta a la declaración de FENAPES, entre otras cosas, afirma sobre la esencialidad: El decreto de esencialidad no fue más que un recurso extremo del gobierno para mantener una insuficiente asignación presupuestal que nos condena a mantener edificios en pésimas condiciones, liceos con una cantidad insuficiente de funcionarios y docentes mal retribuidos.
Los firmantes del decreto de esencialidad se colocaron, junto a los interventores de la enseñanza de la década de los 70, como protagonistas de una de las páginas más tristes en la historia de la educación pública nacional.