Finalmente se difundió el monitoreo ambiental del Río Uruguay presentado a las cancillerías de Argentina y Uruguay. El trabajo confirmó que el río Gualeguychú, en la provincia argentina Entre Ríos, tuvo más apartamientos de la normativa que la planta de UPM, ubicada del lado uruguayo. Tras la difusión de este informe ahora ambos países trabajarán en la creación del laboratorio binacional para unificar estándares sobre el uso y el aprovechamiento del río.

El monitoreo del lado argentino fue realizado por organismos argentinos con parámetros determinados por ese país, mientras que del lado uruguayo se realizó la misma metodología. En el caso de Uruguay, jugó un papel determinante la Dirección Nacional de Medio Ambiente. Todo bajo la coordinación de la Comisión Administradora del Río Uruguay.

Para llegar a estos documentos se tomaron 82 muestras en los alrededores de UPM y del río Gualeguaychú 2011 y 2015. Tras los análisis, los documentos fueron presentados a las cancillerías en un informe de unas 400 páginas, que fue dado a conocer públicamente el pasado miércoles.

Según el texto, los monitoreos sobre la zona donde vierte efluentes la planta de UPM y también los estudios en las piletas de la fábrica que acumulan agua de lluvia, detectaron menos de una decena de «apartamientos de la normativa». En algunos casos, incluso, luego de la detección de sustancias en valores más altos que los permitidos, UPM hizo obras para remediar la situación. Ese fue el caso de la detección de «material sólido superior al 10  milímetros en la canaleta Parshall», tras lo cual «se colocaron rejas» y esa irregularidad no volvió a aparecer.

En UPM también se encontraron aceites y grasas por encima del valor establecido -en una ocasión- y «altos valores de PH» en un estudio de 2011. Se encontró fósforo en tres ingresos y en dos ocasiones la temperatura del efluente no cumplió con su nivel de 37 grados. Por eso se instalaron dos torres de enfriamiento en la zona de descarga.

En lo que respecta a las muestras de agua en la desembocadura del río Gualeguaychú, donde llegan los efluentes vertidos en la ciudad del mismo nombre, se encontraron irregularidades en todas las ocasiones en que se emprendieron análisis. Por ejemplo, en los 50 estudios se detectaron presencias de hierro en el agua mayores a las permitidas por la normativa argentina. También se observó aluminio en proporciones mayores a las reguladas en el 100% de las tomas. Algo similar ocurrió con berilio (sólo dos veces no se encontró) y con el amonio (detectado en 36 tomas).

La publicación de los resultados del monitoreo fue una decisión de los presidentes Mauricio Macri y Tabaré Vazquez luego de sus encuentros en la estancia de Anchorena, en enero, y más recientemente en Buenos Aires.

Informe completo ingresando AQUÍ.

FOTO: Cancillería, momento en que las cancillerías reciben el informe