Escuchas telefónicas interceptadas por el sistema El Guardián fueron claves para el reciente procesamiento de los cinco hinchas de Peñarol, cuatro acusados de asociación para delinquir y uno de extorsión. En fiscal del caso, Gilberto Rodríguez, explicó que el hecho de que el club cortara los beneficios que antes daba a los barras fue lo que desencadenó los recientes hechos violentos.

A una semana de los incidentes previo al clásico que luego no se jugó, continúan las actuaciones policiales y judiciales para determinar las responsabilidades de los hechos violentos. Primero fue el procesamiento de siete personas por receptación de bebidas en el Centenario, luego se sumó el del hincha que arrojó la garrafa y ahora el de cinco barras que estarían presuntamente detrás de todo, a quienes el juez Néstor Valetti, a pedido del fiscal, procesó con prisión este fin de semana.

De los cinco, solo uno es primario, cuyas iniciales son W.G.S. El resto tienen antecedentes penales o hasta incluso estaban presos y operaban desde la cárcel.

Los dos que estaban presos son Sergio Paolo López, conocido como el Negro Paolo, y Erwin Parentini Flores –conocido como el Coco. En tanto, los otros dos que estaban libres pero tenían antecedentes son Santiago Peñaflor –conocido como el Pistola y Roberto Damián Techera Torres –conocido como el Damián.

Hubo una escucha clave para confirmar que los barras preparaban una acción violenta por la negativa de Peñarol a continuar dando entradas y otros beneficios. Se trata de un diálogo entre dos de los implicdos:

Transcripción:

«Te mando comprar la moto, te mando comprar las cosas, te doy todas las posibilidades para que vos estés bien, ¿sacás? Lo que pasa, vos me conocés bien, ñeri, que hace cinco partidos que no agarro un sope, hermano. Toda la plata que tenía ahí se gastó toda, ¿sacás…? Después vemos ahí, no quieren dar las cosas, pasamos un coso, con aquella le tiramos al palacio— No, estos son tremendos cobardes. Ahora hay que ir a la puerta de cada uno, ¿sacás, ñeri? La Comisión de Seguridad son fulano, mengano y zutano. Vamos hasta la casita, dirección, pin, pum, pam, sin decir nada, pasás, rrrrrrrrr. Después al otro día vamos a una imprenta, hacemos fotocopias, le ponemos, pimba, pumba y pimba y se las tiramos en el Palacio, ¿sacás? Si no, no se tocan estos… c… su madre, ñeri, h.. de p… que están ahí que tienen un frío bárbaro. ¿Sacás?».

El fiscal Rodríguez dio una conferencia de prensa el pasado domingo en donde repasó detalles claves del caso. Dijo que la investigación comprobó “cierto relacionamiento entre Peñarol y la hinchada”, en donde años atrás el club otorgaba beneficios a los barras a cambio de que estos mantuvieran la calma dentro de la hinchada. Desde hace dos años hubo un cambio en la actitud de los barras, que aumentaron sus exigencias hasta que recientemente la nueva Comisión de Seguridad les negó dichos beneficios. Eso motivó el enojo de los barras.

Ese acuerdo, para el fiscal, el acuerdo entre Peñarol y los barras era lícito: