Una vez más la población carolina se ha movilizado para ayudar a vecinos en desgracia, en este caso, los afectados por el inesperado temporal de viento, lluvia y granizo que se abatió sobre la localidad en las últimas horas del 22 de diciembre. Según se sabe, por espacio de unos diez minutos el viento sopló con una intensidad inusitada, al tiempo que “todo se veía blanco” y caían precipitaciones diluviales. Al término del fenómeno había decenas de árboles caídos o destrozados a lo largo de las avenidas, mientras numerosas viviendas habían perdido sus techos de chapas de zinc. Incluso la piscina del Cedemcar perdió su techumbre y sufrió la rotura de varios ventanales. Hubo decenas de heridos y una persona fallecida. Una pared se le había caído encima.
El municipio puso de inmediato manos a la obra con el apoyo de la comuna. El intendente Enrique Antía se hizo presente en la localidad en horas de la madrugada y comentó a una emisora capitalina que “asustaba” ver cómo había quedado todo. Y aunque muchos aseguraban que había ocurrido un tornado o una turbonada, la titular del Instituto Uruguayo de Meteorología (Inumet), Madeleine Renom, explicó que se trató de una “corriente descendiente”, que es “es muy violenta”, pero no alcanza los niveles de los tornados.
Entra las imágenes que se destacaron esa noche estaba la de una deteriorada estación Petrobras, de la avenida Alvariza y Heraclio Pérez, y la gran cantidad de granizo que cayó en la zona. En tanto, el jueves en la mañana el Comité Departamental de Emergencias (CDE) se reunió con el intendente para analizar la situación de San Carlos, José Ignacio y Pan de Azúcar, coordinando acciones con prestadores públicos y privados.
En conjunto
En la mañana del sábado también el presidente Tabaré Vázquez recorrió las zonas afectadas por el temporal y dijo que el Ministerio de Desarrollo Social, el de Vivienda, la Intendencia de Maldonado y el municipio local evaluarían “en conjunto” como reparar los daños. “El país está preparado a través del Sistema Nacional de Emergencias, que actuó inmediatamente, acá (en San Carlos), en Dolores”, destacó el presidente. También resaltó la inmediata respuesta sanitaria y de seguridad. “Las viviendas que se están reconstruyendo (en San Carlos) tienen mucho más solidez que las que fueron destruidas”, agregó.
El mandatario sostuvo que estos eventos se están “reiterando muy frecuentemente” en nuestro país y “nos van enseñando que hay que prevenir pero también mitigar estos efectos”. “La respuesta no es mágica, no se soluciona de un día para el otro, pero con la solidaridad de todos vamos a salir adelante”, afirmó.
En cuanto a la oportunidad de las advertencias meteorológicas, destacó que estos hechos que ocurren en minutos no se pueden predecir con antelación “ni acá ni en ningún otro país”, con ejemplos habituales en países más desarrollados y tecnificados. “Nos tenemos que preparar hacia el futuro porque estos acontecimientos pueden ocurrir”, señaló.
Por estas horas, el Ejército Nacional trabaja con 60 militares, móviles y un camión con una capacidad de 10 toneladas de carga, que se ocupan del despeje de calles, rutas y caminos. A todo esto, el Instituto Nacional de Alimentación aportó 40 canastas de alimentos para sostener la seguridad alimentaria de las familias desplazadas. Además, el Ministerio de Trabajo recibe todas las solicitudes laborales de la industria de la construcción que en esta etapa del año comenzó la licencia. El Sunca, por su parte, ya está colaborando con la población afectada.
Movilizados
A todo esto, la población carolina se movilizó por cuenta propia, principalmente a través de las redes sociales. Activistas y periodistas de la zona no paraban ayer de recibir consultas de personas y organizaciones que habían decidido dar ayudar a los afectados, mientras otras personas que tenían sus casas destrozadas lanzaban pedidos de auxilio. Cerca del mediodía de ayer llovió copiosamente sobre San Carlos y había quienes pedían toldos o lonas para cubrir lo poco que les quedaba. Los principales afectados se hallaban en el barrio conocido como Las Ranas, en el extremo este de la calle Ejido, cerca del arroyo. Esa zona, que también es inundable, tiene muchas casas humildes con techos livianos.
Ayer a media tarde el vecindario ya estaba llevando cajas con ropa para los damnificados a la sede de Cofuema (42 66 0635) y al Cedemcar. Los Grupos Scout de la ciudad, en tanto, recorrían los barrios afectados y daban a conocer que se necesitaban “lonas, clavos de cualquier tamaño y cuerdas para cubrir casas sin techo”, según contaba en su muro de Facebook una conocida periodista.
A todo esto, varios grupos de corredores de San Carlos y Maldonado decidieron organizar una “correcaminata solidaria” para día 1º de enero. “Es una iniciativa de muchos. Entre varios decidimos que había que hacer algo desde el lugar donde estamos y decidimos que podíamos hacer esta iniciativa, por eso se pide ‘colaboración’ de quienes quieran y puedan. Por suerte ya muchos nos dijeron que vienen! Es una movida informal porque no hay dinero para asumir costos para pagar nada, y todo tiene que ir al destino deseado, negocio para nadie. Si quieren venir grupos de música, candombe a tocar, etc bárbaro, lo recaudado irá para una cuenta a disposición de la Alcaldía que tiene la información de quien necesita”, dijo uno de los organizadores.
La correcaminata tendrá lugar a las 20:30 en la pista del Cedemcar y tendrá un costo de $ 100. “Habrá 3 circuitos y guías para quienes no conocen la ciudad”, se avisó. Los organizadores pidieron la colaboración de grupos artísticos y varios de ellos ya hicieron llegar su ofrecimiento.
También el CAIF Solcito, de Carlos Reyles 711, estaba llamando a las familias de los niños para conocer su situación y sus necesidades. Allí recibían donaciones, las clasificaban y las repartían en forma personalizada. “Faltan juguetes y productos de limpieza. También van para el CAIF Por los Niños”, se informó.