La profecía está dicha: “los bebés nacidos en 2017 nunca llegarán a conducir un auto”. Lo dijo Henrik Christensen, director del Instituto de Robótica Contextual de la Universidad de California, en San Diego, Estados Unidos. Su pronóstico parte de los indicios de que la industria automotriz está compitiendo hacia un futuro sin conductores.
“Todas las compañías automotrices -Daimler, GM, Ford- están diciendo que dentro de cinco años tendrán autos autónomos en las calles.”
Pero su predicción provocó cierto escepticismo. Según escribe Michael J. Coren, en el sitio del World Economic Forum, por un lado, Christensen sugiere que “la mayoría de los autos no autónomos desaparecerán de las calles estadounidenses dentro de 15 años. Algo, por lo menos, improbable”.
Destaca que la vida útil promedio de un vehículo en EE.UU. es de 11,5 años. “Con 258 millones de vehículos livianos en las calles y 17 millones nuevos vendidos cada año, es poco probable que no veamos la facturación de esa flota durante décadas.”
Por otra parte, los analistas vaticinan que sólo 20 millones de vehículos autónomos lleguen a las calles a nivel mundial en 2035.
“A pesar de la llegada de los kits para convertir nuestros autos manuales en robots choferes, Estados Unidos no está en condiciones de manejar cientos de millones de coches autónomos en sus carriles, calles y autopistas en el corto plazo”, sentencia el periodista.
En noviembre, el Departamento de Transporte de ese país emitió directrices para ayudar a facilitar la transición. Pero no logró combatir la incertidumbre. Florida ya permite los vehículos autónomos y otros estados seguirán la misma senda. Pero “la tecnología de conducción autónoma que califica bajo esos estatutos, por no hablar de un marco legal nacional, todavía no está a años, sino a décadas.”
El 5 de enero, Gill Pratt, director del Instituto de Investigación de Toyota, dijo en el Consumer Electronics Show de Las Vegas que “ninguno de nosotros en la industria del automóvil o de la inteligencia artificial está cerca de lograr el verdadero Nivel 5 de plena autonomía. Ni siquiera estamos cerca”.
“Lo que es más probable es que algunos niños nacidos hoy, en algunos lugares, nunca tengan que manejar un auto”, sostiene Coren.
Y habla de Manhattan, donde las opciones de transporte público hacen mucho más factible vivir sin vehículos: sólo el 23% de los manhattanites tenían auto en 2013, comparado al 92% a nivel nacional. Esta realidad -dice- podría extenderse a otras áreas urbanas donde “la infraestructura hace que ser propietario de un auto sea más prohibitivo.”
Los coches autónomos, complementados por servicios como Uber, podrían hacer que sea preferible y más asequible ser llevados por robots que sacar la licencia de conducir. Esta tendencia está surgiendo en Beverly Hills y California, donde ya hay planes de transporte público con flotas de vehículos autónomos.
“Pero recuerde: Tractores y automóviles tardaron casi 50 años en reemplazar el caballo en las granjas. La tecnología se mueve mucho más rápido hoy en día, pero los hábitos de los seres humanos no”, concluye.