Por Gonzalo Hernández Waller (@gonzalohzw)
Seis años pasaron desde que el pirata más famoso del cine encontrara la fuente de la juventud. Pero la decisión de resignar la vida eterna parece haberle pasado factura a un Jack Sparrow (perdón: Capitán Jack Sparrow; interpretado por el camaleónico Johnny Depp) que, a fuerza de simpatía, fue ganando protagonismo en la saga hasta el punto de hacer desaparecer a William Turner (Orlando Bloom) y Elizabeth Swann (Keira Knightley) en la cuarta entrega, pero que ahora debe recurrir a ellos porque, como dejó en evidencia la cinta anterior, no hay tanta creatividad como para que el peso de una película se sostenga sobre los hombros de Jack (algo obvio, teniendo en cuenta lo difícil que se le hace mantener el equilibrio). De todas formas, pese al “regreso” de la pareja protagonista, la saga no logra encontrar el rumbo que perdió navegando en aguas misteriosas.
Piratas del Caribe:La venganza de Salazar (Dead men tell no tales, en inglés) retoma la historia de Will Turner, como ya mencionamos, pero de forma indirecta, introduciendo un nuevo personaje: su hijo Henry, interpretado por Brenton Thwaites. Así como Will Turner pasó toda la tercera película intentando liberar a su padre de la maldición que lo ataba al Holandés Errante, ahora es su hijo el que toma su posta y sigue sus pasos, intentando hacer exactamente lo mismo. Muy original. De esta forma, más que un regreso, lo de Orlando Bloom es una excusa para que haya una historia. ¿Un poco traída de los pelos? Así parece. Pero no sería una historia de piratas, y sobre todo, de Disney, si no hay una historia de amor. Y aquí se introduce otro personaje: Carina, una supuesta bruja, interpretada por Kaya Scodelario, es la protagonista femenina, con gran importancia en la historia de uno de los personajes principales de la saga (sin spoilers, de nada). Por razones (coincidencias) que tenemos que aceptar que ocurran en estas películas, estos dos jóvenes coinciden con el Capitán Jack, que está haciendo de las suyas, y comienza la aventura.
Creo que podemos coincidir en que, si escuchamos el nombre de Jack Sparrow, sonreímos. El intrépido pirata, con su icónico sombrero y su devoción por el ron es, sin lugar a dudas, uno de los grandes personajes que nos ha brindado el cine en lo que va del siglo. Pero el ron, y el tiempo, están dejando su marca en el capitán. Y es que hemos visto como, de ser un personaje casi secundario en las primeras tres entregas, cuyas apariciones estaban dosificadas de forma inteligente para el disfrute y las risas de los espectadores, ha pasado a ser el protagonista de la historia y las mismas locuras y ocurrencias que antes nos divertían, ahora nos cansan un poco. Según dicen, todos los abusos son malos, y ni siquiera Jackie es tan audaz como para escapar a esta premisa. Jack ya no genera el mismo impacto que solía generar. Hay que tener en cuenta que está siendo cazado por el temible Salazar (Javier Bardem), quien le tiene jurada una venganza desde que Jack era joven. En ese entonces, Salazar se dedicaba a cazar piratas. Jack consiguió escapar de él, dejándolo con una maldición, por lo que Salazar prometió atraparlo y matarlo. Ante este panorama, no es tan fácil ser simpático.
Otro elemento importante en la película es el villano. Como ya dijimos, Salazar quiere dar caza a Jack, quien lo dejó maldito hace años, y no descansará hasta hacerlo. Javier Bardem es una gran elección para interpretar a un villano, sea cual sea, se podría decir. El ganador del Oscar por su magistral papel en No country for old men es poseedor de una voz y una presencia que le confieren un aspecto imponente e intimidan a cualquiera. Hasta aquí bien. El problema está en el cuartito de los efectos especiales. No me malinterpreten: los efectos en la película, en general, son brillantes, como en toda la saga. Pero fallan, justamente, donde menos podían fallar: en la construcción del villano. Lejos de respaldar la presencia y fuerza escénica que Bardem ya trae consigo, los efectos le sacan fuerza al personaje. En vez de conferirle un aspecto brutal, digno de lo que es, le brindan una apariencia simple que no nos dice nada o que, incluso, nos molesta (¿Qué es eso que tiene en la cabeza? Ese pelo desencajado y que parece tener vida propia es un poco perturbador, pero no en el buen sentido).
La película tiene elementos dignos de Piratas del Caribe, de eso no hay dudas. La primera aparición de Sparrow en la película es, como en todas, muy graciosa y típica del personaje. De igual forma lo es la escena del primer escape de Jack, al comienzo de la película. Otro gran momento está marcado por el protagonismo que toma una guillotina, momento que nos recuerda a la famosa escena de la rueda gigante, escena icónica de la saga. ¿Guiño interno? Tal vez. ¿Funciona? A la perfección. Si de grandes momentos hablamos, no podemos dejar de mencionar la aparición de uno de los cuatro de Liverpool. Así es. Continuando el precedente establecido por Keith Richards, Sir Paul McCartney no quiso ser menos: se dejó crecer la barba, se puso una pata de palo y le dio algunos consejos a Jack.
Conclusión. Si bien su guion es un poco forzado por momentos y tiene algunas casualidades un tanto improbables (incluso para Piratas del Caribe), funciona en general. La película sirve para cerrar varias puntas de la trama y para darle un final digno a ciertos personajes que habían sido dejados de lado en la película anterior. Es una película entretenida, aunque no tan graciosa como sus antecesoras (sobre todo las tres primeras). Es ambiciosa en cuanto al villano y la historia que plantea, permitiéndonos ver los orígenes del mítico Capitán Jack Sparrow, aunque en su ejecución no es tan acertada. Tal vez sea hora de que Jack piense en su retiro. O tal vez aparezca una aventura que lo ponga nuevamente en la gran pantalla. No sabemos. Lo que si sabemos es que, sea o no esta la última película de Piratas del Caribe, Jack Sparrow seguirá surcando los mares y dejando sonrisas en todas las lejanas tierras que pise. A su salud, Capitán.
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Ficha Técnica:
Año: 2017
Título original: Pirates of the Caribbean: Dead Men Tell No Tales
País: EE.UU.
Duración: 129 minutos
Género: Aventura, Acción, Comedia
Estudios: Walt Disney Pictures, Jerry Bruckheimer Films
Distribuidora: Walt Disney Pictures
Fechas de estreno: Estados Unidos: 26 Mayo 2017