Dos celebraciones en el Palacio Legislativo rendirán tributo a la memoria de Rosa Luna, la legendaria vedette y bailarina de Carnaval uruguaya. Hoy a las 17.30 habrá un brindis y un homenaje en el Anexo del Palacio de las Leyes, como cierre de la muestra de artes plásticas que tiene como tema a la destacada artista, fallecida en Canadá, 13 de junio de 1993.
Luego, el próximo martes 20 de junio desde las 19.00 hasta las 22.00 habrá un segundo tributo, en el que participan figuras del ámbito del Carnaval y la cultura nacional, en la Sala Acuña de Figueroa, del Anexo del Palacio Legislativo. En esa actividad del martes próximo habrá un concierto a cargo de Raúl Abirad, músico que fue marido de la reconocida bailarina. También participan Alicia Caramelo Sánchez, el grupo Candomberos Entrerrianos e importantes referentes del Carnaval local. En pantalla gigante se proyectarán imágenes que permitirán que el recuerdo se haga más vivo y presente. La entrada a ambas actividades es gratuita.
Tributo a Rosa Luna. 80 años de un mito busca difundir a las nuevas generaciones la relevancia que tuvo la consagrada vedette, y lo que significa su memoria para el presente. «Creo que ella fue uno de los mayores exponentes de la danza afrouruguaya, y por eso una referente. Pero además fue y es un ídolo popular, una mujer que caló muy hondo en el alma del pueblo. Cuando uno ve los videos de ella bailando en los desfiles de llamadas, ve la adhesión que despertaba. Yo soy muy aficionado a las llamadas, y para mí era una caudilla del candombe», explicó a El País el senador frenteamplista Ruben Martínez Huelmo, una de las figuras públicas que ha apoyado este tributo.
Sobre el año de nacimiento de Rosa Luna puede haber distintas versiones, aunque el senador Martínez Huelmo afirma: «Ella nació el 20 de junio de 1937, según quién fue su marido. Creo que hay que recordar a Rosa también como militante de los derechos de los afrouruguayos. Fue una mujer muy solidaria, una gran personalidad, y falleció en el exterior, realizando siempre actividades vinculadas a la comunidad uruguaya. En Australia, por ejemplo, la diáspora uruguaya la tenía muy en alto. Y murió en Canadá, realizando espectáculos para los uruguayos radicados allí. Fue una artista que siempre estuvo en el corazón del pueblo. Más allá de eso fue una mujer muy simpática, muy delicada, de altísima educación».