James T. Hodgkinson de 66 años portaba con un rifle de alto poder que realizó entre 50 y 100 disparos contra el equipo de beisbol de congresistas republicanos ayer en Virginia, hiriendo a cuatro personas. En la red social Facebook el atacante, ahora muerto, llamaba traidor al presidente Trump, que estaba destruyendo la democracia de su país y que pagaría por eso.

En Virginia se suscitó un atentado contra congresistas republicanos; hechos perpetrados por un hombre blanco, eliminando la versión de que se tratara de una persona de raza negra u origen hispano.

Este sujeto portaba con un rifle de alto poder que realizó entre 50 y 100 disparos contra el equipo de beisbol de congresistas republicanos ayer en Virginia, hiriendo a cuatro personas, entre ellas al congresista Steve Scalise, el número tres de liderazgo en la Cámara de Representantes.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció la muerte del pistolero y lo identificó como James T. Hodgkinson de 66 años, de Illinois.

De acuerdo con el testimonio de uno de los 40 congresistas presente en los hechos, estaban en el parque con sus familias, y antes de que iniciara el ataque Hodgkinson se acercó y preguntó a uno de ellos, quienes jugaban, si eran demócratas o republicanos.

Al obtener la respuesta de que eran republicanos, la persona se ubicó en un sitio no aclarado por las autoridades, pero casi al nivel del terreno, y comenzó a disparar.

Asimismo, entre las versiones señalan que el hombre se había quedado a vivir cerca del parque en su automóvil. Las autoridades encontraron entre las pertenencias del Hodgkinson leyendas contra Trump.

En la red social Facebook el atacante, ahora muerto, llamaba traidor al presidente Trump, que estaba destruyendo la democracia de su país y que pagaría por eso.

Hodgkinson fue frenado por los disparos de los policías del Capitolio, escoltas de los congresistas y otros guardaespaldas, que impactaron al atacante varias veces. Al final fue capturado y llevado a un hospital, donde murió.

Entre otros datos se destaca que el responsable era ferviente admirador del senador Bernie Sanders, inclusive fue voluntario en su campaña política; el legislador estadounidense se deslindó y condenó lo ocurrido.