En su comparecencia ante la Justicia calificó de «inmenso disparate» las acusaciones en su contra y que no se someterá a ella porque «en Argentina no hay Estado de Derecho».

En su cuenta de Twitter amplió sus afirmaciones y publicó el documento completo:

«Resulta imposible saber cuál es el hecho puntual, concreto y específico de carácter delictivo que se me atribuye, más allá de la reedición del relato que la prensa oficialista se encarga de machacar incesantemente.

Es tan arbitraria la intimación que ni siquiera se precisa cuáles son las conductas que conforman la supuesta maniobra de blanqueo de capitales, cuándo se habría consumado ni el modo en qué se habría afectado el bien jurídico tutelado por la norma.

Los hechos re-denunciados, ahora como una presunta operatoria de lavado de activos -ya no como un supuesto enriquecimiento ilícito- eran los mismos que habían sido auditados por la justicia con anterioridad

Todos los hechos descriptos fueron analizados en, por lo menos, cuatro expedientes judiciales que concluyeron con el dictado de sendos sobreseimientos o el archivo de las actuaciones por inexistencia de delito.

Además,hace ya siete años, el propio juez Julián Ercolini sostuvo que resultaba imposible renovar la persecución penal por los mismos sucesos invocándose para ello una supuesta nueva calificación jurídica».