El ex presidente peruano Alberto Fujimori(1990-2000), indultado el 24 de diciembre último, pasó su primera noche en libertad en una lujosa casa de Lima, cuyo alquiler es de unos 5.000 dólares mensuales, y resguardado por un contingente policial, según reportaron los medios locales.
Fujimori, de 79 años, se reunió este jueves por la noche con sus cuatro hijos en la casa de 1.900 metros cuadrados, con cinco dormitorios, baños con jacuzzi, piscina y estacionamientos para cuatro vehículos.
La residencia, rodeada de amplios jardines, está en un condominio cerrado en la urbanización La Estancia, en el exclusivo distrito de La Molina -similar a Las Condes- y el acceso quedó además restringido por un contingente policial antidisturbios.
El ex mandatario salió de alta de la clínica Centenario, en la que estuvo internado 12 días por problemas cardíacos, y fue conducido por su hijo Kenji a la casa en la que aparentemente vivirá en Lima.
Una vez en la residencia, Fujimori se encontró con sus hijos Keiko, Hiro y Sachi, además de Kenji, con quienes se tomó una fotografía y fue colgada en las redes sociales por su primogénita.
«¡¡Muy contentos de darle la bienvenida a nuestro padre en esta nueva etapa de su vida!!», escribió en Twitter Keiko Fujimori, lideresa del partido opositor Fuerza Popular.
No obstante, en los exteriores de la casa, un grupo de manifestantes se reunió para protestar contra la presencia de Fujimori en el distrito, tras recibir el indulto humanitario otorgado por el presidente peruano, Pedro Pablo Kuczynski.
A Fujimori se le han otorgado todos sus beneficios y prerrogativas como ex Mandatario, pues ahora es custodiado por unos 20 agentes de seguridad del Estado.
El ex congresista y médico de cabecera de Fujimori, Alejandro Aguinaga, es el único integrante del fujimorismo que habló en esta jornada y dijo que entre los amigos del ex presidente están haciendo una «chanchita» (una «vaca» en Chile) para pagar el alquiler de la casa, pero que este alcanza solo a la mitad de lo que se había manifestado, unos 2.500 dólares.
«(La casa es) una dimensión adecuada para que él pueda desarrollar sus actividades y pueda tener un periodo de recuperación adecuado y sobre todo que tenga accesibilidad a un centro hospitalario», sostuvo.
La libertad del ex presidente Fujimori provocó el rechazo de los deudos de las víctimas de las matanzas por las que fue condenado en 2009, así como de opositores a su partido Fuerza Popular, entre otros sectores.
La congresista Marisa Glave dijo que Kuczynski se prestó para una farsa a propósito del indulto humanitario.
«La farsa que se termina de completar con esta salida del señor Fujimori supuestamente a reencontrarse con sus hijos no es más que un teatro que hace que se estén burlando de la memoria de los peruanos y en particular de la memoria de las víctimas y le diremos al señor Kuzcynski que ha traicionado a la memoria del país y a la justicia», dijo la congresista.
Mauricio Mulder, parlamentario del APRA, dijo que no hay duda que se trató de un indulto político a cambio de que no fructificara la solicitud de vacancia de Kuzcynski.
«Fujimori llamó él mismo, fue jefe de campaña del señor Kuzcynski el día de la vacancia el 21 de diciembre y a través de un teléfono que le facilitaron llamó constantemente al teléfono de su hijo Kenji quien le pasaba el teléfono a distintos parlamentarios a lo largo de esa jornada», dijo Mulder.
«No me sorprende, de humanitario no tenía nada. Si hubiesen votado por la vacancia, Fujimori no estaría libre», recalcó Mulder.
La activista Gisella Ortiz, hermana de uno de los estudiantes desaparecidos de la universidad La Cantuta en 1992, expresó que «tras farsa de enfermedad grave, se va el delincuente Fujimori a disfrutar como si nada».
«Te habrás beneficiado indebidamente de un ilegal indulto pero eso no quita tu responsabilidad en muertes y corrupción de los 90. #IndultoEsInsulto», escribió Ortiz en su cuenta de Twitter.
Fujimori fue condenado en 2009 a 25 años de cárcel por la autoría mediata (con dominio del hecho) de las matanzas de La Cantuta y Barrios Altos, en las que murieron 25 personas, y el secuestro de un periodista y un empresario en 1992.
El abogado Carlos Rivera, defensor de los deudos de ambas matanzas, expresó que la salida de Fujimori de la clínica Centenario, donde fue internado por la presunta gravedad de sus males, fue «todo un milagro gracias a PPK (iniciales de Kuczynski)».
Rivera recordó que la clínica nunca informó de los males que aquejaron a Fujimori los 12 días de su internamiento y que estos hechos serán comunicados a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en la sesión de febrero próximo en la que evaluarán el indulto otorgado al ex mandatario.
(Fuente: Cooperativa.cl)