Tronar de Tambores, Metele que son Pasteles, Momolandia y Sociedad Anónima pasaron por el Teatro de Verano en la cuarta etapa de la segunda rueda del concurso oficial de carnaval.
Foto: Yohana Parodi
Festejando los 65 carnavales de Julio Sosa «Piel Kanela», Tronar de Tambores abrió la noche con un espectáculo que superó ampliamente lo hecho en la primera rueda tras corregir los detalles que habían surgido, y demostró un excelente nivel en interpretación de los temas que desembocó en una buena comunicación. Aunque no sea su caballo de batalla, el conjunto cumplió con la parte actoral de manera óptima y defendió muy bien el planteo textual de la historia que toma a la muerte como un rival que la comparsa logra vencer, incluso en algunas ocasiones con recursos humorísticos.
Otro de los puntos altos, además de la clásica presencia de Kanela y su baile que se roba todos los aplausos de la delirante platea, fue la ejecución de la puesta en escena que le imprimió dinamismo y funcionó bastante mejor en esta segunda pasada por el Ramón Collazo. Es de orden hacer una mención especial al escobero Sebastián Artagaveytia que hizo las delicias del público con un gran dominio del instrumento ejecutando distintos movimientos con mucha destreza.
El segundo turno fue para la murga Metele que son Pasteles con su «Sentido Común», que se presentaba en la rueda de ajustes luego de haber dejado una muy buena impresión en la primera pasada, aunque, pese a haber mantenido las fortalezas que había mostrado, no logró una mejoría sustancial en su trabajo. El peso que tiene el texto en espectáculo le jugó, en determinados momentos, una mala pasada con respecto a algunas complicaciones en lo coral que complicaron la correcta comunicación y más teniendo en cuenta el contenido y la cantidad de cosas que dice el conjunto.
La propuesta, que tiene una gran densidad de texto con momentos sublimes de humor y crítica irónica e inteligentemente desarrollada, fue bien complementada por el aspecto artístico compuesto por un destacado vestuario y maquillaje, junto a una original y bien elaborada escenografía que dio un marco completo.
A tercera hora subió la murga Momolandia y cambió totalmente la imagen que había dejado en la primera rueda producto de algunos inconvenientes con los volúmenes que no dejaron disfrutar del espectáculo. La principal fortaleza del conjunto es el exquisito canto, que lo posiciona como uno de los coros que mejor canta en toda la categoría debido al sublime trabajo de Martín Angiolini en los arreglos corales y la dirección escénica.
El texto tuvo un excelente rendimiento que fue perfectamente interpretado y comunicado al público junto con una extraordinaria puesta en escena y movimiento escénico acompañado de una mesa de bar perfectamente utilizada en pro del espectáculo, tan bien trabajada que permitió escuchar cada una de las palabras que fueron expresadas con perfecta dicción.
El cierre de la noche estuvo a cargo de los humoristas Sociedad Anónima, que cumplió el objetivo de mejorar lo hecho en la primera rueda explotando al máximo el rubro número 1, que es una de las principales fortalezas del conjunto a la par de su banda musical y las coreografías que complementaron a la perfección.
Los textos, si bien tienen algunos altibajos en cuanto a su efectividad humorística, en esta vuelta gozaron de mayor llegada gracias a la soberbia actuación de Cléver «Pato» Esteche que la clavó en el ángulo con muchas de sus mechas, pese a la poca cantidad de público presente. De esta manera, el conjunto de Carlos Barceló comenzó a levantar vuelo y se prepara para terminar de explotar en la Liguilla de una categoría que se pone cada vez más pareja y donde los rubros jugarán un importantísimo papel a la hora de la definición.
Esta noche continúa el concurso a partir de las 20:30 horas con las actuaciones de la comparsa Cuareim 1080, las murgas La Bohemia y Curtidores de Hongos, para cerrar con los humoristas Cyranos.