El Ballet Nacional del Sodre presentó La Bella Durmiente, la primera producción de la temporada 2018, dirigida por el maestro español Igor Yebra sucesor de Julio Bocca, en su primer espectáculo en nuestro país y en esa ocasión, Giuliana Perdomo para Fuentes Confiables entrevistó al director español.
Hasta el momento se llevan vendidas 13 mil entradas para la obra que se estrenará el 15 de marzo en el Auditorio Nacional del Sodre e ira todos los días finalizando el jueves 29.
Las entradas van desde los 60 pesos hasta los 890 la platea alta central y se encuentran a la venta en Tickantel, redes de cobranza y boletería del auditorio.
Destacar que ya se fijó una gira internacional para el mes de noviembre por España en conjunto con la que se realizará a nivel nacional y ya se trabaja para salir al exterior en 2019 y 2020 aunque no se brindaron mayores detalles hasta que se termine de ajustar.
Esta obra cuenta con 90 artistas de diversas nacionalidades en escena, hablamos de un elenco de españoles, brasileros, argentinos, coreanos y una pareja invitada especial de cuba e Italia que hace 7 años trabajan juntos. Una nueva puesta en escena que promete un gran espectáculo con 3 actos, con cambio de escenografía y vestuario. Demandando un tiempo de ensayo de 7 horas diarias para el cuerpo de baile. Con un montaje coreográfico que comenzó a prepararse desde el 28 de enero para ponerse en escenografía.
La coreografía es el clásico de toda la vida, respetando bien la tradición de lo que era La bella durmiente, pero mezclando lo contemporáneo del vestuario que no deja a nadie indiferente por su colorido ya que recrea un mundo mágico y de fantasía como en los tradicionales cuentos de hadas.
Un día normal de la compañía empieza a las 9:00 de la mañana y termina las 16:30 horas. En los ensayos se deja sudor y también lágrimas por la exigencia y dificultad que tiene este espectáculo en especial, calificado por la propia María Noel Riccetto, como lo más difícil que ha bailado.
En dialogo con Fuentes Confiables el director artístico Igor Yebra contó que trabajar con el equipo uruguayo es increíble, ya que hay un nivel muy importante, por lo cual hay que sentirse orgulloso, exportarlo y venderlo.
Consultado sobre cuantos artistas locales trabajan en escena, dijo que no sabe con exactitud pero que hay un número importante, sin embargo destacó que en su dirección no se miran las nacionalidades sino la calidad, si el bailarín es bueno ingresa y sino queda por fuera.
Por otro lado, se destacó el trabajo del diseñador de escenografía, Hugo Millán, quien fue el encargado de crear parte del decorado de El corsario del Ballet de Hong Kong y por su trabajo fue nominado a los Premios de Danza de la región de China como una de las mejores producciones del año.
Millán quien converso además con nosotros dijo que esta obra es un desafío nuevo, luego de su primer producción El lago de los Cisnes, con una nueva estética y una impronta que se impone desde su vestuario, buscando un quiebre a la estética convencional que abre paso a un público heterogéneo.
A su vez comento que el proceso de este proyecto empezó hace 18 meses, bajo la dirección de Julio Bocca y el diseño escenográfico se concretó en turismo del año pasado, donde se entregó el paquete a talleres en agosto de vestuario y utilería y luego con la llegada de Igor se continuo trabajando.
Otra punta a destacar es la inversión, no obtuvimos cifras pero se nos dijo que el monto es muy significativo, obteniendo ganancias ya al siguiente año.
Reiteradas veces se habló y elogio el vestuario ideado por la diseñadora española Ágatha Ruiz de la Prada. El cual cuenta con colores vivos, volúmenes y formas geométricas. De hecho, hace ya meses que en los talleres se trabajaba en las más de 3.000 esferas coloridas que llevarán los bailarines en sus trajes y 200 tocados. Un vestuario confeccionado únicamente en talleres nacionales del propio Sodre. Que además debe ser liviano y cómodo por lo cual se utilizaron telas en licra, organza y tul.
Otro aspecto que resalto en la presentación fue uno de los 17 telones que contiene la escenografía, en este caso el que se ubica en el fondo que mide 200 metros cuadrados.
Para finalizar agregar que en conjunto con el estreno de esta obra se anunciaron 5 proyectos a exponerse a lo largo del año. Y se expresaron expectativas tanto del director artístico del Ballet Nacional como del presidente del Sodre Doreen Ibarra por que la Orquesta Sinfónica (Ossodre) pueda acompañar cada una de las obras que realiza el Ballet Nacional a partir del 2019.
En este sentido Yebra hizo especial hincapié y dijo que si bien hay que sentarse tranquilamente, ver las cosas e ir paso a paso, él es el primero que no va a continuar en la institución de esta manera, haciendo referencia a que hay que trabajar conjuntamente, porque de lo contrario a él no me interesará seguir al frente. Aunque agregó que la solución de este problema no depende únicamente del director de la orquesta, Diego Nasser y de él, sino de muchos factores. Y finalizo la nota posicionando los aspectos positivos que tiene el Ballet Nacional del Sodre por encima los problemas que a su entender siempre los hay.