Con apenas 340.000 habitantes, Islandia se ha convertido en el país menos poblado en acceder a una Copa del Mundo. Tradicionalmente, este pequeño país del noroeste europeo no ha sido considerado como una potencia futbolística, pero sus recientes actuaciones, especialmente en la Eurocopa de Francia 2016, están comenzando a cambiar la situación.

Los aficionados que acompañan al equipo nacional islandés también merecen un gran crédito, por el espectáculo que ofrecen en los estadios. El ya famoso ‘Viking Thunder Clap‘ (algo así como el ‘estruendoso aplauso vikingo’) se ha convertido en la marca de una selección que pretende seguir haciendo historia con el incondicional apoyo de sus aficionados. Aunque el debut de Islandia en un Mundial será nada menos que ante Argentina, el 16 de junio en el estadio del Spartak de Moscú.

El estadio es el hogar del Spartak de Moscú, conocido como ‘el equipo del pueblo’ y uno de los clubes de fútbol más populares de Rusia desde su fundación, en 1922. Sin embargo, jamás había contado con campo propio, con lo cual disputaba sus partidos como local en los recintos del Dinamo o el Lokomotiv de Moscú, en el Estadio Olímpico Luzhnikí de la capital, en el Arena Jimki de las afueras de la ciudad e, incluso, en Ekaterimburgo.

Este lugar, también conocido como Otkrytie Arena, fue inaugurado el 5 de septiembre del 2014 con un partido amistoso entre el Spartak y el Estrella Roja de Belgrado (Serbia), escogido por la estrecha amistad entre los hinchas de ambos equipos. Tras ese 1-1 inaugural, los locales han disputado sus partidos domésticos en este estadio, que también ha acogido varios enfrentamientos de la selección rusa, incluidos partidos de las eliminatorias para disputar la pasada Eurocopa de 2016. Asimismo, el recinto ha albergado eventos musicales de artistas como Red Hot Chili Peppers, Muse o Lana del Rey.