El representante de futbolistas, Pablo Boselli habló con La Oral Deportiva al mediodía luego de la oferta que arrimó a Nacional por el jugador Israel.

Al respecto comentó que «el ofrecimiento es de un club, no mío, yo soy intermediario. Juventus es quien está ofreciendo y todavía no ha hecho una oferta oficial. En este momento estamos conversando con Nacional. El valor es de un millón de Euros», agregando su opinión de que al club le «le debe quedar un 70%».

Boselli aseguró tener «excelente relación con la directiva de Nacional», justificando que «simplemente trato de defender los intereses de mis jugadores, y ellos, correctamente, honestamente y de muy buena manera tratan de hacer lo mejor por su club».

Con respecto a los dichos de los hinchas quienes afirman que el club le «regala los jugadores», expresó: «Que los socios estén molestos es entendible, hay que empatizar con los demás».

Y continuó con un ejemplo de cómo operó en conjunto con Nacional: «Mathías Olivera tenía que haber salido de Atenas de San Carlos. Nos juntamos con él y con el padre que son bolsos fanáticos y me dijeron vamos a pasar por Nacional. ¿Saben cuanto cobró el club, que no iba a cobrar por una deuda que tenían?, un millón de pesos. Y lo mismo pasó con Felipe Carballo».

El representante señaló que «siempre voy en un porcentaje. Generalmente Nacional se queda con las dos terceras partes del negocio».

Sobre la idea de que un empresario invierta en un jugador comentó: «No lo hago, no me gusta eso. Acá se ha dado mucho de comprar jugadores, después dicen que te metes con la necesidad de los clubes». Y además afirmó:«Yo no le doy plata a ninguno de mis chicos. He perdido a algunos justamente por esto».

Boselli comparó el mercado de Uruguay con los de Argentina y Brasil, quienes están escalones por encima, y explicó cómo venden a mayor precio: «A mi me parece que los argentinos se la juegan más y ponen pibes».

El empresario defendió y justificó la necesidad de que existan los representantes: «¿Por qué los clubes no salen a vender sus jugadores?, porque no es fácil. Yo me paso seis meses por año recorriendo clubes presentando carpetas, presentando videos de mis jugadores por todo el mundo. Hace 10 años que estoy invirtiendo, no yo sino todos los representantes».

Boselli también tocó el tema de la cláusula de rescisión que se acuerda en los contratos y la defendió: «Para mi no debería existir un chico que firme sin cláusula de rescisión, porque pasas a ser un esclavo del club. Para mi las cláusulas deberían ser variables. Como Israel, que tiene una cláusula de un millón, que si después juega 10 partidos en primera, esa cláusula tiene que subir automáticamente».