La asamblea de socios de Nacional decidió terminar relaciones con el empresario Pablo Boselli. Curiosamente pocos días después el único jugador que el empresario representa del plantel de primera, Alfonso Espino, dice tiene ganas de irse, ¿Causa o consecuencia?

Al lateral zurdo se le ofreció una buena renovación de contrato, el club aún no tiene la respuesta.

¿Es eficaz romper relaciones con un empresario? No es más que una declaración popular para la hinchada. Al final de cuentas el jugador es libre de decidir quién lo representa en su vínculo con el club y nadie puede evitarlo, tarde o temprano el negocio termina siendo con Boselli. Si los dirigentes piensan que por esa declaración de romper relaciones los jugadores se van a alejar del empresario es un error.

Evidentemente le hablaron inmediatamente al oído a Espino, consecuencia de ello “adornó” sus declaraciones y aclaró.

Espino termina su contrato a fin de año, si Boselli es realmente lo que Nacional piensa se lo lleva libre, si Boselli actúa como dice que actúa le recomienda al jugador renovar contrato y transfiere al jugador con contrato vigente participando al club del negocio. Ahora es el momento en el que cada cual tiene que actuar como dice que es.

“No vi ningún ánimo de no cumplir el mandato de la asamblea”, expresó el dirigente albo Eduardo Ache en La Oral Deportiva, agregando que “si bien no es algo que crea que se debe tratar en asamblea, debemos cumplir lo que se decidió”.

Si Espino está realmente agradecido con Nacional, renueva y se va dejándole algo al club. Si Boselli actúa como realmente dice, siendo comisionista, entonces procede a recomendarle a su jugador renovar vínculo y salir del club en buenos términos y si Nacional realmente se comporta como corresponde le ofrece al jugador un contrato acorde a su rendimiento.

 

(Por Ernesto Faría – La Oral Deportiva)