El presidente estadounidense, Donald Trump, acude este martes a la localidad de Shanksville, en Pensilvania, para conmemorar los ataques del 11 de septiembre y honrar a los héroes del vuelo 93, cuando se cumplen 17 años de la tragedia.

Trump viajó acompañado por su esposa, Melania, en un día que simboliza la unidad nacional, una ocasión que le brinda un respiro temporal de una coyuntura especialmente difícil en Washington.

«Estamos aquí para rendir solemne tributo a las víctimas. Hoy sufrimos su pérdida y resaltamos su valor», resaltó.

«Ellos atacaron al enemigo, lucharon hasta el final y vencieron a este desquiciado, horrible y malvado plan», recordó.

Los pasajeros, que habían sido advertidos por sus seres queridos de los ataques contra el World Trade Center de Nueva York, intentaron hacerse con el control de la nave . El vuelo en lugar de estrellarse contra la capital estadounidense se precipitó a tierra en medio del campo. Desde entonces, los que viajaban en ese vuelo han sido honrados como héroes.

Posteriormente, Trump resaltó en su discurso la inauguración de un monumento de homenaje y agregó en su discurso: «Estados Unidos nunca se someterá a la tiranía (…) Como comandante en jefe, haré siempre todo lo que esté a mi alcance por prevenir ataques terroristas en suelo estadounidense».

En ese sentido, expresó que honrar la memoria y el sacrificio de los fallecidos es prometer «hacer todo lo posible por mantener a EEUU en seguridad».

Por su parte, miles de familiares de víctimas del 11-S, sobrevivientes, rescatistas y otros involucrados asistieron al acto del World Trade Center, en Nueva York, mientras que el vicepresidente, Mike Pence, acudió al Pentágono.

La Gran Manzana recordó el 11S con una emotiva ceremonia en la que familiares de los fallecidos leyeron los nombres de las casi 3.000 personas que perdieron la vida en los ataques de aquel día.

Junto a las familias, numerosas autoridades estaban presentes en la ceremonia, incluidos el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, y el gobernador del estado, Andrew Cuomo.