Luciano Supervielle en su visita a Fuentes Confiables dejó abierta la inquietud de conocer detalles sobre una joya de origen alemán que permanece en Uruguay. Sus elogios sobre las caraterístcas de este piano motivaron la investigación de Lucía Betancur sobre esta pieza invaluable.

El piano Blüthner que se encuentra en el Teatro Municipal de Treinta y Tres fue adquirido por una comisión departamental en los años 40 que lo compró en un remate, se desconoce el valor. Llegó a nuestro país en el Tacoma que era un buque mercante alemán que estaba en Montevideo al declararse la 2º Guerra Mundial, era el  buque nodriza del Graf Spee.

En él había dos pianos iguales, uno fue a parar al Sodre y otro adquirido por el gobierno de Treinta y Tres, se cuenta como leyenda, que cuando el Sodre se incendió en 1971 se lo pidieron para un concierto pero la ciudad se negó por temor a que no lo devolvieran, contó la directora de Cultura del departamento, Luisa Rodríguez, pero luego el gobierno alemán se encargó de donar el Steinway.

Blüthner es una de las grandes marcas históricas de piano, por la calidad de construcción que genera sonidos cálidos y románticos. Lleva ese nombre porque su creador fue Julius Blüthner, que comenzó a fabricar pianos en la ciudad de Leipzig, Alemania en 1853. Durante su primer año de actividades consiguió construir 10 pianos. En 1876 los hijos de Julius, crean la primera subsidiaria de los pianos Blüthner en Londres. La fábrica permaneció funcionando ininterrumpidamente incluso durante buena parte de la segunda guerra mundial, hasta que en el año 1943 fue completamente destruida por un bombardeo por parte de los Aliados. En 1945 una vez terminada la guerra, la fábrica empezó a reconstruirse y en el año 1948 se concluyó el primer piano de esta nueva etapa. Para el año 1990 comienza a expenderse a todo el mundo.

Hace dos años tocó el pianista estadounidense Sean Kennard y también Felisberto Hernández pianista y compositor uruguayo. Actualmente está en funcionamiento, es el que se usa para los conciertos.

Se está buscando una restauración que no dañe o sea invasiva, para que se conserve su valor patrimonial, pero requiere mantenimiento sobre todo en los tonos graves, la Dirección de Cultura está buscando referentes, algunos de ellos suizos para lograr la reparación y no dañarlo.

Directora de Cultura de Treinta y Tres, Luisa Rodríguez