El miércoles pasado, la Justicia de Lleida, en Cataluña, declaró inocente al padre de la niña que llegó a Uruguay a principios de 2016 y fue acusado por María, la madre de la  menor de violencia doméstica y abuso sexual. La Justicia decidió el archivo de la causa, luego de que las pericias forenses no encontraran indicios de abuso ni de violencia, además de evaluar la posibilidad de investigar a la madre por la sospecha de que cometió un delito de acusación y denuncia falsa, y por la comisión de un delito contra la «integridad moral de la niña».

Pablo Santos, el padre, dijo a Lucía Betancur de Fuentes Confiables que la resolución “era lo que esperaba, debía prevalecer la verdad, estaba tranquilo porque sabía que esto iba a pasar en algún momento, luego de que los otros abogados hicieron las cosas mal”. “Estoy muy contento pero ya hay un daño hecho a la nena. No hay motivo de alegría, sino de ilusión, de motivación para recuperar las cosas. Es un sentimiento extraño por todo lo que acarrea”.

Sobre si ya pudo mantenerse en contacto con su hija, dijo “tengo que esperar porque debo ir a los técnicos y psicólogos, me interesa porque tendré ayuda”. “Me sentiré más seguro con el asesoramiento técnico, porque no sé si abrazarla o no, si le puedo llevar regalos. Es una situación difícil”. “No quiero que sienta presión ni que piense que puede perder a la mamá. Eso no va a pasar, lo que quiero es que tenga una relación saludable con ambos padres”. Aseguró desconocer cómo está su hija en relación hacia él y si está confundida.

Dijo que la niña está con la mamá y los abuelos, pero no los ha llamado porque no quiere generar tensión. “No quiero llamar porque me da miedo que luego digan que los estoy amenazando, lo intenté otras veces pero salí mal parado”.

Sobre las organizaciones uruguayas, señaló que no descarta tomar medidas judiciales contra sus líderes, pero lo que ahora le preocupa es restablecer el contacto con su hija. Dijo que “queda claro el daño que están haciendo estas personas, al grupo que representan”. Cuestionó como los peritos uruguayos hicieron los informes sin hablar con él, “o son fallidos, como profesionales dejan mucho que desear, o existió intencionalidad de hacerlo así”.

Dijo que las organizaciones “lo que trasmiten es odio y mentira”, al asumir que lo calificaron como machista, patriarcal y violento. “No me digan que quieren defender a las mujeres porque lo hubiesen hecho con María, la hubiesen asesorado bien. Están acusando y dejando en la duda a un pueblo entero y a las profesionales mujeres (peritos, jueza). Si es verdad lo que dicen que vayan a un juzgado”. Aseguró estar dispuesto a dialogar con ellas para que cuenten lo que hicieron, “se que esas mujeres no defienden a nadie, defienden sus intereses, no les importó la nena. Es una vergüenza y un problema para la sociedad de Uruguay”.

Santos dijo no tener intención de iniciar acciones legales contra la madre de la niña porque quiere dar el tema por finalizado lo antes posible. “La madre está apoderada por la rabia que le hizo tomar decisiones muy equivocadas, hasta llegó a dañar, en cierta manera, psicológicamente a la niña, exponiéndola en la televisión».

 

Aquí el informe de Lucía Betancur: