Federico Graña, director nacional de Promoción Sociocultural del Ministerio de Desarrollo Social, aseguró que se recibe denuncia por discriminación, la mayoría étnico-raciales.

Graña aseguró que hay «ciertos sectores de la población que sus capacidades están restringidas por prejuicios o estereotipos».

Agregó también que los números son contundentes y demuestran que a Uruguay le cuesta asumir que es racista.

Por su parte, Nelson Villarreal, secretario de Derechos Humanos de Presidencia, afirmó que están trabajando en la Cumbre de Altas Autoridades de Derechos Humanos.

«No cabe la menor duda que hay contradicciones en la región. Uruguay es el país que más ha avanzado y por lo tanto tiene que ir aportando, pero también ir construyendo plataformas que logren consolidar políticas estables en el sentido de la no discriminación y inclusión», señaló Villarreal.