La Asamblea General del Claustro (AGC) eligió hoy a Rodrigo Arim nuevo rector de la Universidad de la República (Udelar). Para ser elegido en esta segunda instancia se necesitaban 57 votos (mayoría absoluta de los integrantes de la AGC) y Arim obtuvo 59.
El otro candidato es el actual rector, Roberto Markarian, quien obtuvo 44 votos.
Por Arim votaron: 28 docentes, 16 egresados y 15 estudiantes, total: 59 votos.
Por Markarian, 19 docentes, 13 egresados y 12 estudiantes, total: 44 votos.
El nuevo rector fue recibido con aplausos en el Paraninfo de la Universidad y a pesar de que un grupo de estudiantes que no votó por ninguno de los dos candidatos coreó consignas, Arim pudo dirigir algunas palabras a los claustristas y a los medios de prensa.
Breve curriculum
Rodrigo Arim tiene 46 años, es Licenciado en Economía, egresado de la Facultad de Ciencias Económicas y de Administración de la Udelar de donde es docente y fue decano entre 2010 y 2018. Es investigador del Instituto de Economía en los grupos de mercado laboral y pobreza y desigualdad. Ha publicado diversos artículos en revistas científicas especializadas y capítulos de libros en sus áreas de interés. En su ejercicio como profesional, fue coordinador de investigación del Instituto Cuesta Duarte del PIT-CNT, dirigió el área de Políticas Sociales de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, en algunas oportunidades realizó consultorías para organismos nacionales e internacionales y se desempeña actualmente como miembro del Consejo Directivo Honorario del Centro de Estudios Fiscales (persona jurídica de derecho público no estatal).
Quienes respaldaron su candidatura afirmaron en un documento público, entre otras cosas que:
«A sus 46 años, Rodrigo Arim ha mantenido una intensa y permanente participación en el cogobierno. Integró el Consejo de la Facultad de Ciencias Económicas y de Administración por el orden estudiantil y el orden docente, al tiempo que, en agosto de este año, culminará su segundo período como decano. En estos ocho años de gestión, la Facultad ha transitado por importantes transformaciones de gran impacto en la vida del servicio, entre las que se cuentan el cambio del plan de estudios luego de más de dos décadas de vigencia del anterior y diversos intentos fallidos por cambiarlo; la departamentalización de la estructura académica; el impulso decidido a la investigación; la consolidación de la estructura docente con la provisión en efectividad de la gran mayoría de sus cargos; el impulso decidido a la descentralización con la presencia de ofertas en cinco departamentos del país; la evaluación externa de toda la oferta de posgrados, y la definición de criterios de asignación y rotación en funciones de conducción académica.
Como él mismo señalaba en un documento reciente: «El futuro no se nutre solo de la enumeración de objetivos loables. Los medios y procedimientos para alcanzarlos importan. La Universidad necesita intercambios profundos y complejos, sobre temas donde no existen unanimidades. Crear las condiciones para discusiones fermentales depende también de la instauración de un clima de respeto generalizado. En tiempos en que los órganos centrales de la Universidad —colectivos y unipersonales— verán renovar su composición, un papel central de quienes asuman roles de liderazgo institucional no es sólo generar una «lista» de objetivos programáticos, sino demostrar, durante el propio proceso de elección, condiciones para nuclear colectivos que, desde las diferencias, logren impulsar los cambios. Si los procesos de renovación de autoridades se limitan a «juntar votos»; sin importar la explicitación de acuerdos amplios para avanzar; podrán ganarse elecciones, pero ninguna transformación profunda emergerá».
Porque compartimos sus ideas programáticas, porque creemos que una Universidad estancada retrocede y esto no solo es nocivo para la institución misma sino para el país todo; porque entendemos que expresa un impulso al involucramiento de la comunidad universitaria en su conjunto en los asuntos que a todos nos atañen; porque lo sabemos capaz de construir ideas y equipos capaces de proponer y ejecutar transformaciones muy necesarias, apoyamos e impulsamos decididamente la candidatura de Rodrigo Arim al rectorado de nuestra Universidad».