Hoy en «De taquito a la mañana», Paula Echevarría volvió con su edición de la columna rosa, esta vez sobre los casos de famosos que han pasado por juicios.
Una de las figuras más célebres en enfrentar litigios es Shakira. Ella está enfrentando dos juicios: uno por fraude y otro por supuesto plagio con la canción «La Bicicleta».
Isabel Pantoja está en el ojo de la tormenta: Las Mellis, que mantenían en el pasado una estrecha amistad con Pantoja, aseguraron en una entrevista que la artista había amenazado a su niñera con tirarla por las escaleras. La cantante inició un juicio que ganaron las Mellis.
En Argentina, el lobista Jorge «Corcho» Rodríguez fue condenado como partícipe primario en una causa que investiga un esquema de coimas de la constructora brasileña Odebrecht. Es ex pareja de Susana Giménez, y actual pareja de Verónica Lozano.
Entre otros escándalos judiciales anteriores, hay que recordar a Leonardo Fariña, monotributista y «valijero» clave en la investigación de la Ruta del Dinero K, a cuatro años de prisión por evasión de más 12 millones de pesos en la compra de un campo en Mendoza. Fariña es la ex pareja de Karina Jelinek. Ella fue citada a declarar, y dijo que desconocía los negocios oscuros de su marido.
El de Beatriz Salomón fue un caso muy renombrado: ganó un juicio millonario contra el canal América, la productora Eyeworks Cuatro Cabezas y varios periodistas, entre ellos Jorge Rial. El juicio de Salomón fue porque la invitaron a un programa en el que le mostraron un video de su marido Ferriols teniendo relaciones con personas trans. La exvedette culpa a ese informe por el fin de su matrimonio y su carrera, y después de 12 años de litigio ganó el juicio.
Valeria Mazza le ganó un juicio millonario a Yahoo y Google el año pasado: Había denunciado a los dos gigantes tecnológicos por aparecer en resultados de sitios de internet con contenido sexual y uso no autorizado de su imagen. Debieron indemnizarla con con 500.000 pesos.
En Estados Unidos, la carrera de Lindsay Lohan se vio interrumpida en 2007 por conducir dos veces alcoholizada. Estuvo en rehabilitación, y luego pasó 90 días en la prisión californiana para mujeres de Lynnwood.