En la inauguración de la sede de “Agrupación Libertad” del Partido Colorado (PC), este lunes como orador principal, estuvo presente el precandidato Julio María Sanguinetti. También participó el exministro de Economía, Isaac Alfie, quien planteó lineamientos -generarían resultados a mediano y largo plazo- desde la seguridad social, educación, pobreza, hasta la intervención del Banco Central de los últimos días.

En respecto al labor del gobierno del presidente Vázquez en términos de programas sociales, dijo que inevitablemente la educación “se mide por los resultados. Y los resultados del MIDES son pésimos”. Alfie expresó que el Uruguay está pasando por un “récord” en cuanto a asentamientos y de personas en la calle. “Hay algo que no está funcionando”, sentenció.

El exfuncionario hizo hincapié en la necesidad de buscar herramientas de reinserción de las personas que están bajo estas condiciones, agregando una “educación especializada”. Y “no con programas”.

Planteó como solución a esta situación, crear bachilleratos tecnológicos. “Hay que darles herramienta a la gente. Es la única manera que tienen de salir de la pobreza estructural”, agregó.

En otros temas, Alfie se refirió a la intervención masiva del Banco Central (BCU) para que la moneda norteamericana baje. “Las medidas han sido correctas”. Si bien considera que el gobierno está haciendo lo “correcto” en este caso, indicó que el “techo” que se le puso al dólar “es un poco bajo en términos de competitividad”.

Acerca de posibles recortes a la seguridad social, el economista enfatizó en que el sector “no puede sufrir recortes”. Alfie plantea que sería bueno realizar adecuaciones al sistema de jubilaciones y pensiones. “Adecuar edades jubilatorias a expectativas de vida” y generar un incentivo “para que las personas trabajen más y evitando determinados aportes a personas que trabajan”.

El extitular de la cartera de Economía discrepó con la idea reducir la tasa de reemplazo, es decir, bajar el haber jubilatorio. “Hay que bajar las edades”, asegura, planteando una base de jubilación de 65 años. Deslizar la atención hacia el “proceso” de cada persona.