Cuando todos los focos están puestos en el ascenso de Juan Sartori, el precandidato del Partido Nacional, un año atrás un desconocido en la política y que ahora le disputa la candidatura blanca a Luis Lacalle Pou, el ex comandante en jefe del ejército, Guido Manini Ríos, posiciona a su partido, Cabildo Abierto, como el cuarto en la liza electoral.

Manini, un militar que se enfrentó al presidente Tabaré Vázquez y fue destituido, ha fundado su crecimiento político en base a un discurso populista, autoritario, que atrae, como dijo Alain Mizrahi director de la empresa encuestadora Radar, a “los nostálgicos de la dictadura y los que no les interesa la política pero que reclaman mano dura”.

No hay un programa de gobierno, solo los dichos de su líder de donde se puede inferir cuáles son las ideas fuerza de la novel agrupación, heterogénea socialmente y marcadamente militarista: tradición, proteccionismo, catolicismo aderezado con algo de anti establishment. El mensaje populista, de mano dura de Manini Cabildo, parece ser atractivo también entre los sectores sociales más humildes o trabajadores por cuenta propia.

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Miembro de la logia ultranacionalista “Tenientes de Artigas” cuyos fundadores fueron los principales protagonistas el golpe de Estado de 1973. Manini asumió como comandante en jefe al final del mandato del ex presidente José Mujica. En vida del ex ministro de Defensa, el tupamaro Eleuterio Fernández Huidobro, los militares tuvieron un trato de camaradas, de ex combatientes. La muerte de Fernández Huidobro representó un giro y se acabó la camaradería.

Ya en 2010 los Tenientes de Artigas hablaban de generar un movimiento nacional. El único gran inconveniente era que no tenían un líder, un caudillo y Guido Manini Ríos vino a llenar ese vacío

Así se expresaba el coronel (r) Carlos Silva coordinador ejecutivo de los Tenientes de Artigas en una nota concedida al periodista Luis Casal Beck: “La situación del país se ha degradado profundamente en los últimos dos años y medio, y la legión Tenientes de Artigas se está reuniendo con otros grupos; estamos pensando en algo así como armar una federación, y avanzamos firmemente en la creación de un movimiento nacionalista y artiguista» (…) «Estamos inmersos en una brutal guerra psicopolítica desatada por los que violan el orden natural y amenazan con destruir las bases de nuestra civilización occidental y cristiana; a la familia; a la propia patria y a su Ejército, hoy sometido al escarnio público» (…) «tenemos enfrente a las fuerzas globalizadoras, a los extranjerizantes, a los neoliberales, a los monetaristas, a los marxistas, que están en este momento en el poder, y que apoyan sindicatos que inconcebiblemente se definen como progresistas. Ha llegado la hora de cohesionar a todos los que quieren parar esta agresión. Unirlos. Hacerlo por encima de los partidos tradicionales, que ya perdieron su cuarto de hora, y sin pensar para nada en elecciones. Es el tiempo de un frente nacional. Hay que volver al Artigas católico y protector de la verdadera libertad».

Cabildo Abierto, el partido político que lidera el ex comandante en jefe del Ejército Guido Manini Ríos encarna el nuevo falangismo, una suerte de nueva versión de la vieja Falange española.

Esta campaña electoral ha traído consigo por lo menos dos grandes novedades: la candidatura de Manini y la del empresario Sartori. El militar, a diferencia del empresario, prefirió salir por la suya con su propio agrupamiento, una jugada audaz y que parece que le está rindiendo sus frutos.

Con esta decisión ha logrado desbancar y reducir a su mínima expresión a Edgardo Novick y su Partido de la Gente. En verdad Novick ha perdido fuelle y sus referentes han emigrado a otras tiendas.

A Manini no se le conocen asesores, aunque por ahí anda, en las sombras, el ex militar Eduardo Radaelli, quien fuera extraditado a Chile y procesado por el secuestro y asociación ilícita en el caso de la desaparición y muerte del chileno Eugenio Berríos, el químico que trabajó para la dictadura de Augusto Pinochet asesinado en Uruguay.

Cabildo Abierto no tiene programa, basta con el carisma de su líder.

Cabildo Abierto defiende la familia tradicional, promueve el antiabortismo, y el antifeminismo. La nostalgia por el pasado, la tradición, con un discurso ultranacionalista y una lectura del artiguismo desde lo militar es su base.

Según las encuestas, convoca a un 6 por ciento de los electores. Si esto se confirmara en las urnas, Cabildo Abierto llegara al Parlamento con representación en el Senado y en Diputados.

El tema es ¿qué pasará en la segunda vuelta?, en noviembre, cuando Manini se decante por apoyar a Luis Lacalle Pou quien seguramente estará definiendo la presidencia frente al candidato del Frente Amplio, Daniel Martínez. ¿Sumará o restará?

En un país donde la mayoría de los electores se definen como de centro hasta una izquierda moderada y en esta bolsa se incluye por supuesto a Lacalle Pou, el apoyo de Manini a la candidatura del nacionalista puede ser más un lastre que una bendición.