Peñarol logra otra transferencia récord. En directiva, sin la unanimidad de los presentes se aprobó el negocio por Darwin Núñez.
(Por Ernesto Faría – La Oral Deportiva)
No estuvieron de acuerdo los representantes en la directiva del sector de Ignacio Ruglio y sorpresivamente el vice presidente Rodolfo Catino.
El club recibirá en el momento de la firma 4 millones de euros, posteriormente, si entra en juego en mas de 20 partidos de la temporada, se sumará un adicional de 750 mil euros. Buena parte de la negociación se tranco en si los 20 partidos deberían ser completos, 45 minutos o bastaba con que entrara al campo. Los negociadores lograron que se compute cada vez que Darwin Núñez entre a jugar en cualquier momento del partido.
A cambio de ceder al jugador en este período de pases, los dirigentes lograron permanecer con el 20 % de la ficha en propiedad y un plus económico si el club asciende a primera.
En el período de pases corto, Peñarol logró dos transferencias por un monto equivalente al 50% de su pasivo.
Buena parte de ese ingreso ya está destinado. La infraestructura de la ciudad deportiva tendrá su mojón inicial con la inminente construcción de dos canchas de entrenamiento y una de césped sintético.
La prioridad es poner al día los adeudos con los jugadores y la posibilidad de cancelar un millón 700 mil dólares que se tiene comprometido con el ex presidente Juan Pedro Damiani.
Darwin Núñez habló antes de partir hacia España en el Aeropuerto de Carrasco y expresó lo que significa tanto para él como para su familia este gran paso en su carrera, «por suerte se dio lo que estaba esperando, estoy con una alegría tremenda de poder dar un paso enorme en mi carrera, a seguir aprendiendo y sumando experiencia».
El futbolista explicó que comunicarse con el presidente del club ayudó para que la negociación se pudiera concretar: «creo que fue bueno que lo llamara a Barrera para decirle que me quería ir, que esto iba a ser un gran paso en mi carrera y que también quería ayudar a mi familia en lo económico, y por suerte él me entendió y me dio para adelante».
Sobre los sacrificios que realizaron sus padres, explicó que «mamá cuando yo no tenía para comprarme unos zapatos salía de mañana a juntar botellas y volvía de noche, mi viejo trabajaba en la construcción diez horas cuando tenía que trabajar ocho, siempre para mi hermano y para mí, para compararnos un par de zapatos y darnos de comer».
Y el sueño de comprarles la casa parece estar muy próximo: «Ahora voy a ver, voy a hablar con el Chino y lo más seguro es que les compre una casa en Artigas, ellos son de allá y se quieren ir para allá, ojalá que salga todo bien y espero regalarles una casa a mis padres», dijo el futbolista.