Ganó España a Argentina por 95-75 en la final del Mundial de Baloncesto 2019. Ganaron el oro los chicos de Sergio Scariolo en un partido que dominaron de principio a fin. Nada de los sustos y de las agónicas prórrogas que vivieron en la semifinal contra Australia. El cansancio no hizo mella en la selección después de dos semanas de torneo; o, si fue así, no se notó este domingo en Pekín.

Otra vez en Asia. No fue Japón, Pau Gasol estaba sufriendo desde casa y no en el banquillo con un pie roto. No estaba Andrés Montes, con el que muchos siguen identificando aquel éxito. Garbajosa está de presidente y no de jugador. Era 2006, pero el de 2019 se ha vivido como una actualización 2.0 de lo que fue aquel estallido. Se demuestra con este éxito que España ni está muerta ni se espera que lo esté, que aprovecha cada grieta del sistema para continuar en lo alto del sistema, que nunca se puede dudar de ella. España, esta vez en Pekín, vuelve a llevarse el oro.

Un inicio de película puso a España rápidamente por delante, Campazzo se pudo el mono de trabajo para lapidarla casi por completo en dos minutos. Los argentinos trataban de buscar a Scola, pero el ala-pívot no dio lo que se esperaba -viendo el torneazo que ha hecho- y la albiceleste se empezó a quedar sin recursos ya al final del primer periodo. El control de Ricky Rubio, el mejor de España en el partido con 20 puntos y 7 rebotes y a la postre MVP del Mundial, ayudó. La defensa fue clave y en ella se apoyaron los de Scariolo para sacar ya una ventaja considerable que crecía y crecía. La astucia de Llull, la potencia de Willy, el trabajo de Oriola, la puntería de Juancho o la polivalencia de Marc (14+7+7) fueron igualmente importantes. Sólo Gabriel Deck (24 puntos) parecía estar a la altura de la competencia. 

La de esta tarde era la décima final para España de un gran torneo desde 1999. La primera sin Pau Gasol dentro del grupo, aunque la de 2006 la vivió desde el banquillo y con muletas. En las tres ausencias anteriores del tótem en 20 años (2005, 2010 y 2013) solo cayó un bronce. Desde el oro en Japón 2006, hace 13 años, la selección española solo ha faltado dos veces al podio en los grandes torneos: en el Mundial de 2010, el del triple de Teodosic; y en el de 2014, el del batacazo ante Francia. En este tiempo: cuatro oros, tres platas y tres bronces en 12 campeonatos. Argentina, campeona en la primera edición del torneo en 1950, regresaba a la final 17 años después de la plata en Indianápolis ante la última Yugoslavia.