River Plate superó 2-0 en la primera semifinal de la Copa Libertadores, disputada este martes en el Estadio Monumental.
Es difícil encontrar un superclásico tan desparejo como el de esta noche. Habría que retroceder varios años para ver cómo uno de los grandes humillaba a su rival de todas las horas. La exhibición de este River Plate fue descomunal, digna de un equipo obsesionado con el éxito internacional.
El millonario impuso sus condiciones desde el primer momento y, por medio de un penal, encontró la apertura del marcador. Rafael Santos Borré decretó el 1-0 parcial (8’) y la banda se transformó en el dominador absoluto del trámite, tuvo la pelota bajo su poder y permaneció dentro del campo rival en toda la parte inicial. Esa actitud lo llevó a arriesgar demasiado y, siendo consciente de ello, Boca Juniors intentó contragolpearlo. Lo más claro fue un remate de Nicolás Capaldo tras la corrida y asistencia de Ramón Ábila, aprovechando el vacío defensivo.
El xeneize careció de actitud ofensiva debido a su apuesta por el juego defensivo. Ábila se las ingenió como pudo para quebrar la zaga rojiblanca pero sin éxito, no tuvo la compañía necesaria de los punteros Franco Soldano y Emanuel Reynoso, ni siquiera de Alexis Mac Allister, uno de los jugadores más regulares y trabajadores de este elenco azul y oro. La estrategia del DT Gustavo Alfaro mostró al guardameta Esteban Andrada y al defensor Carlos Izquierdoz como los mejores de su equipo, responsables de que Boca no sufriera más goles.
River encontró el segundo gol durante la segunda parte. Ignacio Fernández, quien tuvo un partido sobresaliente, firmó la segunda conquista del equipo de Núñez tras una jugada colectiva que lo tuvo como protagonista. Orquestó el inicio de la misma, se desplazó hacia el arco rival y definió con tranquilad tras la asistencia de Matías Suárez. Noche de ensueño, un partido perfecto.
Los dirigidos por Marcelo Gallardo fueron amos del juego. Prácticamente no dieron opciones a la visita para que reaccionase, mediante un juego que se basó en la solidaridad entre líneas y el movimiento constante de sus piezas. El conjunto de la ribera hizo lo que estaba a su alcance, porque hoy enfrentó a una aplanadora.
La vuelta se jugará el día 22 de este mes en La Bombonera. Boca deberá mejorar y apostar todo para cruzar los Andes y llegar a la gran final de Santiago. En frente estará River, con el resultado global a su favor y una forma de jugar que vulnera a cualquier rival. Mediante estilos sumamente diferentes, los grandes del fútbol argentino atraerán nuevamente la atención de todo un continente en su lucha por arribar a la capital chilena.
COPA LIBERTADORES – SEMIFINAL (IDA)
RIVER PLATE 2-0 BOCA JUNIORS
ESTADIO: Monumental (Buenos Aires, Argentina)
ÁRBITRO: Raphael Claus. ASISTENTES: Danilo Manis y Bruno Pires (Terna de Brasil). VAR: Nicolás Gallo (Colombia)
RIVER PLATE: Franco Armani; Gonzalo Montiel, Lucas Martínez Quarta, Javier Pinola, Milton Casco; Ignacio Fernández, Enzo Pérez, Exequiel Palacios, Nicolás de la Cruz (86′ Julián Álvarez); Rafael Santos Borré (65′ Ignacio Scocco) y Matías Suárez (90′ Lucas Pratto). DT: Marcelo Gallardo.
BOCA JUNIORS: Esteban Andrada; Marcelo Weigandt, Lisandro López, Carlos Izquierdoz, Emmanuel Mas; Iván Marcone; Franco Soldano (55′ Carlos Tévez), Nicolás Capaldo, Alexis Mac Callister (77′ Mauro Zárate), Emanuel Reynoso (72′ Eduardo Salvio) y Ramón Ábila. DT: Gustavo Alfaro.
GOLES: 8′ Rafael Santos Borré (p) (RP), 70′ Ignacio Fernández (RP).
AMONESTACIONES: 11′ Emmanuel Mas (BJ), 35′ Carlos Izquierdoz (BJ), 44′ Lisandro López (BJ), 45+2′ Ignacio Fernández (RP), 57′ Enzo Pérez (RP), 86′ Javier Pinola (RP).
EXPULSIONES: 90+7′ Nicolás Capaldo (BJ).
(Por Aldo Mattos – La Oral Deportiva)