Diego Delgrossi pasó por los micrófonos de Jarana para nuestro programa sobre «Caprichos» y habló sobre el humor, la política y su propia historia de vida.

Foto: Gabriel Delbono

Dando clases
«La historia tiene mucho humor negro. Mis dos vocaciones son totalmente distintas pero las he podido conciliar bastante bien. Mis alumnos se ríen hasta que les doy las notas, a partir de ahí no sé por qué motivo me pinchan las cubiertas… El primer día no les mandás deberes y dicen ‘qué bueno que es el de la tele, qué pro’, pero al tercer día te dicen ‘este está robando la guita'».

La evolución del humor en la TV
«Ya no hay programas de humor porque el humor se ha fusionado en distintos programas. En todas las mañanas tenemos humoristas en distintos paneles hasta en los programas serios como Código País con Aldo Silva. Vázquez Melo innovó poniéndole humor al pronóstico del tiempo, algo que se hacía mucho en Estados Unidos. El último programa de humor que hubo en el Río de la Plata fue ‘Poné a Francella’, que le fue bien pero tampoco tanto».

Las críticas
«Pepe Vázquez es un gran amigo y a los 18 años me dijo: cuando vos pongas el quetedije arriba del escenario ahí te van a criticar así que empezá a prepararte. En aquella época no había redes sociales y ahora pasa lo mismo pero potenciado. No me guio mucho por eso últimamente».

Caprichosos rebeldes
«El uruguayo es caprichoso porque el capricho está muy ligado a la rebeldía. De mis compañeras de Consentidas la más caprichosa es María Gomensoro, la hija única del elenco. La más maternal es Sarita Perrone y la igual, la amiga hombre como soy yo el amigo mujer es Emilia Díaz. Es un privilegio laburar con ellas».

Lo que el FA no logró
«El Frente Amplio no estuvo a la altura con la educación. Hace 14 años que asumió el partido de gobierno con dos tendencias distintas y no hubo una reforma educativa unificada e integral. Hay chispazos como el Plan Ceibal que es impresionante, los bachilleratos tecnológicos están bárbaros, se construyeron liceos y escuelas, pero hicieron más cosas de las mismas que están bien. No hubo una reforma de esas que digas ¡Pucha! ¡Resucitó José Pedro Varela!».

La lección más importante que la vida te dio
«Nunca hay que poner un huevo adentro del microondas. Voló todo a la mierda».