El expresidente de Bolivia Evo Morales partió hacia México, país que le concedió asilo, previo a esto expresó: «Pronto volveré con fuerza, con más energía».

El canciller mexicano, Marcelo Ebard, manifestó mediante Twitter, que «de acuerdo a las convenciones internacionales vigentes está bajo la protección de México. Su vida e integridad están a salvo”.

La vicepresidenta segunda del Senado, Jeanine Añez, dijo que asumiría el cargo como presidenta con el objetivo de “llamar a elecciones y pacificar el país”.

El Senado recibió la carta de renuncia del ex mandatario que indica que con esa decisión busca “evitar” la violencia y expresa su deseo de que retorne la “paz social” al país y aseguró que “la consigna es resistir”.

Las Fuerzas Armadas lanzaron un plan para proteger los servicios públicos «esenciales» del país debido a «la escalada de violencia y hechos vandálicos” tras la renuncia de Evo Morales.

El líder del movimiento cívico de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho en un video negó que se haya producido un golpe de estado: “No tumbamos gobiernos, liberamos un pueblo en la fe».