La población chilena se ha manifestado recurrentemente en el último tiempo, en contra a decisiones tomadas por el estado y situación económica del país.

Hasta el momento ha habido al menos mil detenidos, casi 400 heridos (46 civiles y 347 agentes de la policía y las fuerzas armadas), un centenar de saqueos a comercios, unos 200 cortes de vías de comunicación y al menos 30 incendios en todo el país.

En medio de los disturbios ha sido quemada infraestructura pública y privada, sedes de partidos políticos, edificios de viviendas y universitarios y oficinas gubernamentales.