La Directora políticas de género del Ministerio del Interior July Zabaleta dijo a Fuentes Confiables que en estas fechas y las vacaciones son más proclives a que se den estos episodios ya que está presente el alcohol.
Tras los últimos hechos registrados esta semana Zabaleta señaló que se trabaja incansablemente para prevenir estos crímenes pero indicó que a nuestra sociedad todavía le falta mucho para poder decir que «hemos cambiado lo suficiente».
En cuanto al funcionamiento de tobilleras electrónicas señaló que «en estos últimos casos (La Comercial y Flor de Maroñas) no habían dispuesto tobillera ni custodia, no podemos relacionarlo, si lo que había era una medida cautelar de acercamiento pero no estaba protegida por tobillera».
Dijo además que la victima termina sintiéndose molesta con la custodia «es una herramienta de urgencia y por un muy breve periodo» si se utiliza diferente «se siente restringida en su cotidianidad», expresó.
Zabaleta indicó que la cantidad de tobilleras es muy subjetivo, «cuando teníamos 600 disponibles faltaban 200, aumentamos rápidamente a 1.000 y siguen faltando 200». «Hay un alto porcentaje de situaciones donde se prorroga el uso de tobilleras».
Manifestó que el dispositivo al igual que la custodia también debería ser por un período transitorio, «portan el dispositivo durante muchísimo tiempo, un año, dos años y no pueden hacer un real proceso de salida». Si el ofensor no desiste de su conducta que pone en riesgo la vida de la victima deberían tomar otras decisiones más drásticas.
La directora políticas de género indicó que visualiza muchas lineas para profundizar en el ministerio, «seguir fortaleciendo las unidades especializadas en violencia de género, la demanda aumento y los recursos no han aumentado en la misma medida».
«No se a que se refiere Beatriz Argimón con un ‘nuevo protocolo’ para frenar feminicidios (…) todo aporte es bueno». «Esto no es una problemática que se resuelve desde una sola linea, pero todos los compromisos son bienvenidos», indicó.
Señaló que no participa de las alertas feministas, por lo general toma nota de todo lo que se reclama y trata de aplicarlo en la gestión del Ministerio del Interior, «siempre estamos con los oídos bien abiertos».