Volvió Silvia Copello, terapeuta menstrual y educadora sexual, que en su columna en De taquito a la mañana habla sobre el autoplacer con huevos de obsidiana y cuarzo rosa.

“El cuarzo rosa tiene magnesio y está hecho para que lo podamos introducir y tocar el cuello del útero”, dijo la columnista. “Sirve para ejercitar la musculatura vaginal en los llamados ‘ejercicios de Kegel’, que son muy reconocidos: exhalo, inhalo, apreto, son las consignas de estos ejercicios que se hacen de día. Se comienza estando acostado, cuando comenzamos a ejercitar ya lo podemos usar unas horas durante el día”, aconsejó.

«Lo que se recomienda es comenzar a explorar con el huevo el clítoris, los labios mayores, y se recomienda probar tener un orgasmo con el huevo dentro para amplificar», dijo Copello.

“En contacto con el útero, el cuarzo rosa ayuda a las hormonas, a la sexualidad, y también a abrir las emociones y el corazón. Se dice que es el huevo de las guerreras y que es para rendirse al amor a una misma y bajar los bloqueos emocionales que tienen que ver con las corazas”, aseguró.

«No es recomendado utilizar cuando se está en crisis, porque el cuarzo rosa hace una apertura, y sensibiliza. Por otra parte, tampoco es recomendable usarlo si se padece de anemia», advirtió Copello.

Sobre los cuidados de este implemento, la columnista dijo: «Como todo producto es necesario limpiarlo correctamente, lavarlo y guardarlo».

Copello recomienda, si se es nuevo a esta práctica, probar en primer lugar la exploración con los huevos de obsidiana, que a diferencia de los de cuarzo rosa, se utilizan en la noche. «El huevo de obsidiana se trabaja a la noche porque hace una conexión directa con nuestro linaje femenino . Hay que hacerlo con una terapeuta, porque salen muchas cosas a la luz. También se puede utilizar en pareja para concebir», aseveró.

«Con este huevo se trabajan situaciones de abuso, infertilidad, y no se puede trabajar tampoco si hay problemas psiquiátricos, si se toman psicofármacos, si se está embarazada o recientemente operada porque es muy movilizador. Es una terapia energética, hay que consultar antes. Estas piedras son muy fuertes», concluyó la terapeuta.

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