El sector ganadero es el más fortalecido ante la reactivación de la economía china.

“Se demuestra una actividad cada día más pujante”, dijo en conferencia de prensa el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), Carlos María Uriarte, en relación al flujo comercial entre Uruguay y el país asiático, que empieza a reactivar los motores económicos luego de la pandemia por el coronavirus.

El impacto en los precios fue menor al del año pasado, al tiempo que el gobierno uruguayo se mantiene expectante por el nivel de demanda que pueda generar China en los primeros meses tras la pandemia.

Uruguay espera que se fortalezcan las exportaciones, incluso por arriba de lo que se venía exportando, por la necesidad del país asiático frente al Covid-19. Uriarte destacó que la confianza que nuestro país generó con el paso de los años, ya generó una imagen de cumplimiento de las obligaciones.

El titular de la cartera aseguró que están surgiendo “muchas posibilidades” en el sudeste asiático y confió en que “quizá pueden surgir oportunidades”, también con otros países europeos a los que el gobierno aún no ha llegado.

El mercado ganadero se mantuvo activo en Uruguay pero ahora retoma un camino de fortaleza, según las autoridades, aspecto que genera optimismo en los negocios internos del país. Hoy en día, la venta mediante pantallas coloca el 90 % de sus ofertas, señaló el ministro.

El MGAP confía en que se van restableciendo actividades. Se abrió un mercado mejor para la exportación de terneros en pie a Turquía; no obstante, éstas “no reflejan la realidad del ganado gordo”, que es uno de los sectores dentro de la actividad que tuvo la mayor afectación en el mercado.

Sequía, cítricos, lácteos y caña de azúcar.

El presidente de la República, Luis Lacalle Pou, fue informado por parte de los integrantes de la cartera, acerca de las afectaciones por la sequía –principalmente de soja y arroz– y sobre la perspectiva de cultivos.

El MGAP sumó zonas a la emergencia agropecuaria por la sequía. Se incluyó a seccionales de Artigas, Rivera, Salto, Cerro Largo y Treinta y Tres. Según las estimaciones, la ampliación de la medida comprende a unos 1.500 productores familiares y a 300 apicultores.

En referencia al sector lácteo, la cartera trabaja con el Instituto Nacional de la Leche, que –según Uriarte– “es donde deben discutirse los problemas del sector”. Hoy con afectaciones de varios casos puntuales de industrias.

El foco está en evitar perder puestos de trabajo y evitar perder productores, ante la falta de rentabilidad. “Preocupa bastante el sector lácteo, quisiéramos retomar senda de crecimiento, es el foco principal”, aseguró el ministro. Hay problemas de mercado por el Covid-19.

Las pérdidas de incluso los mismos productores son “constantes”, debido a los “números muy escuetos” que deja la actividad. La idea del gobierno es trabajar en medidas que aumenten el nivel de producción que asegure, a su vez, tener más producción de leche. Así para hacer más rentable la actividad.

En las últimas semanas, autoridades del MGAP y autoridades locales recorrieron el litoral norte del país. En Artigas se retomaron las tareas por la zafra de caña de azúcar, y el Poder Ejecutivo analiza la situación con foco en prevenciones ante el virus. Son unos 300 trabajadores que cruzan la frontera y se están analizando las condiciones sanitarias.

Pero una de las mayores preocupaciones radica en Salto y es por la actividad cítrica. “Es vital que siga funcionando”, dijo Uriarte en relación a la empresa  Citrícola Salteña S.A. Según una carta del intendente de ese departamento, Alejandro Noboa, que fue enviada al presidente Lacalle Pou, se trata de salvaguardar las fuentes de trabajo de más de 3.500 familias que se benefician directa e indirectamente del rubro.

Para el MGAP es fundamental que la empresa siga operando. El gobierno está “arriba de la situación”, sostuvo Uriarte. “Es la citrícola más importante del país”, afirmó. La Justicia terminó la liquidación y hay recurso planteado por la empresa que ahora sigue con trámites judiciales.

El MGAP estuvo en contacto con la empresa, el Banco República y el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social. “Estamos con el foco en que se puedan mantener las fuentes del trabajo”, afirmó Uriarte, quien además aseguró que está previsto el pago de salarios y el gasto para que la cosecha se realice con normalidad.

Se recurrirá a una ley que prevé los “fondos necesarios” para pagar la cosecha. “Nos preocupa el futuro”, y las zonas de cultivo “no se pueden perder”, en tiempos donde hay una “buena cosecha” y donde hay un mercado exterior “ávido” por la fruta.