En una nueva columna de Lugar a Dudas, el periodista Antonio Ladra habló sobre lo que significan estos primeros 100 días de gobierno y la imagen positiva que buena parte de los uruguayos tienen sobre la gestión de Lacalle Pou.

Acompañá la lectura con el audio de la columna:

 

El otro día iba caminando por la Peatonal Sarandí y a la altura de Ituzaingó y en determinado momento me gritan de atrás: ¿Ladra, vos sos parte del 60 por ciento que valora la gestión de Luis?”

Me di vuelta y frente a mi estaba, supongo que sonriente, porque un gran tapabocas celeste y blanco le ocultaba parte del rostro, un ex funcionario del Ministerio de Trabajo durante el anterior gobierno blanco. Con este hombre nos conocíamos de aquellas noches interminables de negociaciones para zafar de un conflicto laboral, recuerdo Funsa, la construcción, los más grandes

Este hombre, hoy un abogado laboralista exitoso, me miró y esperó mi respuesta: “Sí, le respondí ha sido muy buena la gestión frente a la pandemia, no hay nada que decir”. Mi respuesta como se ve no tiene novedad alguna, soy parte de ese 60 por ciento que aprueba al gobierno.

En esta última encuesta presentada por Equipos Consultores, un 63% de los uruguayos aprueban el trabajo del gobierno contra un 18% que lo desaprueba. Además, un 17% tiene opiniones intermedias y un 2% no manifestó opinión.

«Las visiones sobre el trabajo del presidente reciben un apoyo casi monolítico dentro de los votantes de la coalición multicolor, casi 9 de cada diez, y opiniones divididas entre los votantes del Frente Amplio, aunque la desaprobación es minoría. En la coalición un 89% lo aprueba y en el Frente Amplio un 35% lo aprueba, un 36% lo desaprueba y un 27% tiene opiniones intermedias” dijo Equipos.

Cuando se han cumplido los 100 días de gobierno es habitual que se pase raya y se analice que es lo que ha pasado con un gobierno.

Históricamente se relaciona esta fecha con Napoleón. Es el tiempo que transcurrió desde su huida de la isla de Elba donde estaba exiliado y su derrota definitiva en Waterloo, en 1815. Durante esa «campaña de los cien días», reconstruyó el ejército y retomó el gobierno. En Estados Unidos, fue el presidente Franklin D. Roosevelt el que lo introdujo como «periodo de gracia». Asumió el cargo en 1933 y durante los primeros cien días de gobierno aprobó la mayoría de leyes intervencionistas que puso en marcha para luchar contra la Gran Depresión.

Estas leyes fueron posteriormente su legado y se conocen como New Deal. En este tiempo consiguió que el Congreso aprobara 15 leyes que reconstruirían la moral y la economía del país. Desde entonces, ha sido una fecha simbólica en la que los presidentes han trazado las prioridades de los próximos cuatro años de mandato.

En estos primeros cien días de gobierno Lacalle ha estado en estado de gracia con la ciudadanía. La imagen del presidente se ha visto fortalecida y Uruguay viene siendo uno de los países que mejor maneja la crisis sanitaria y es puesto de ejemplo en el mundo. Parece, dicen los politólogos que «en términos de imagen, de posicionamiento y de aprobación de la opinión pública, al gobierno la pandemia le vino bien».

Puede ser, pero seguro que esa evaluación no le debe gustar a Lacalle y sus colaboradores. Es decir que a uno lo ven bien por algo que está mal.

Lo que sí es necesario resaltar que estos primeros cien días no pueden ser comparados con los cien días de ninguna otra presidencia ya que el gobierno ha estado marcado completamente por la pandemia del coronavirus y eso lo ha llevado a tomar decisiones, dilatar otras o cambiar algunos planes.

De todos modos, una cosa es cierta, la Ley de Urgente Consideración, anunciada durante la campaña y que fue dilatada en su presentación, al final se hizo y está en camino de aprobación con importantes cambios, producto de negociaciones internas en la coalición multicolor y también por la presión del Frente Amplio hay que decirlo.

Justamente la Ley de Urgente Consideración no es algo producto de la pandemia sino un plan de gobierno, una forma de procesar rápidamente los cambios que tiene en mente Lacalle, una forma de barrer con aquellas cosas que no le gustaban de los gobiernos anteriores de los 15 años de la izquierda en el poder.

Esta LUC se va a complementar con el presupuesto donde se verá si ahí triunfa la ortodoxia neoliberal o como está ocurriendo en el mundo entero en los países más capitalistas se incrementará la inversión pública y el amparo del estado.

En estos primeros 100 días las cosas a pesar de lo inesperado de la pandemia le han salido bien a Lacalle Pou.

Quizás su principal logro sea mantener unida a su coalición de gobierno, pese a algunos desencuentros con Cabildo Abierto.

La nueva normalidad ha comenzado a aplicarse. Ayer abrieron los shoppings, pronto se va reanudar el futbol, la población retoma la rutina. Los efectos igual son devastadores para una economía pequeña y en problemas. Pérdidas de fuentes de trabajo, 150 mil personas en el seguro de paro y una inflación que llegó a los dos dígitos, son la muestra de un problema a solucionar.

De todos modos, Lacalle sorteo ágilmente estos cien días como nunca creyó que iba a ocurrir. Incluso ya tiene su sucesor: el secretario de la presidencia Álvaro Delgado, una figura que emergió en las conferencias de prensa donde se anuncian los hechos más relevantes respecto del COVID 19, cosa que lo posicionó fuertemente en términos de conocimiento público con una capacidad de comunicación importante.

Pero, como le gusta repetir a los integrantes del comité científico que asesora a Lacalle en la pandemia, faltan unos cuantos minutos para que finalice el partido.

 

Foto (archivo): Gastón Britos / FocoUy