Las autoridades de la administración anterior lo habían acordado por 30 años y ya se había otorgado $ 1 millón su remodelación
Tras la salida de la Jefatura de Policía de Montevideo hacia otra zona, la excárcel Central había sido cedida a Codicen para que ese organismo no pague alquileres en otros lugares, sino que utilice uno que ya era del gobierno, pero del Ministerio del Interior. El ministro Jorge Larrañaga apuntó que su cartera también paga alquileres y no debe poner en comodato un eficio que puede utilizar.
La Jefatura funcionaba en las calles Carlos Quijano y San José, del Centro, hasta que se inauguró el edificio sobre la Av. José Pedro Varela, en diciembre de 2019. Es la excárcel Central; es un edificio de 5 pisos que tiene 2.300 metros cuadrados. Ahora funcionará allí la Dirección Nacional de Políticas de Género, la Dirección General de Fiscalización de Empresas (Digefe), la división de delitos complejos y El Guardián.
Antes, estaba previsto que el Consejo de Educación Secundaria traslade sus oficinas hacia allí. Lo hacía con el objetivo de no alquilar cinco locales por $ 3 millones, tal como se informó el viernes 21 de febrero de 2020, fecha en la que se firmó el comodato. «El Codicen no estaba en condiciones de asumir la puesta en funcionamiento de un edificio de esas características», argumentó Larrañaga seis meses después.
«Nosotros estamos pagando arrendamientos innecesarios por dependencias que están fuera del ámbito de propiedades municipales Entonces, como ese edificio está disponible y, con algunas refacciones, varios pisos estarían en condiciones adecuadas, vamos a utilizar esas dependencias», añadió el ministro.
Actualmente, el Ministerio del Interior abona alrededor de $ 250.000 mensuales por el alquiler de dependencias. «Creemos que si contamos con esa propiedad no deberíamos seguir alquilando», insistió el jerarca.
En febrero de 2020 cuando hizo el anuncio, -en ese entonces- el propio presidente del Codicen Wilson Netto, informó que ya se había otorgado $ 1 millón para remodelar el edificio, dado que al tratarse de una excárcel con celdas, era necesario adaptar la infraestructura a oficinas.
(foto: FocoUy / Gastón Britos)