Por Antonio Ladra

Los partidos Cabildo Abierto, Colorado e Independiente, los socios del Partido Nacional en el gobierno, quieren marcar agenda, quieren ser tomados en cuenta y atentos a una situación complicada en lo económico, han puesto sobre la mesa propuestas para aumentar los recursos destinados a reducir los impactos sociales y económicos de la emergencia sanitaria.

Sus propuestas se han hecho públicas y ya comenzaron a discutirse en la interna en un desayuno de trabajo al que convocó la vicepresidenta Beatriz Argimón. Son proyectos que están por fuera del Compromiso por el País porque cuando se firmó ese acuerdo no había pandemia.

La pandemia lo cambió todo.

Argimón tendrá un papel importante, deberá mediar en la interna de la coalición. No es menor lo que le espera a partir del 1 de marzo. Ella ya anticipó: “en la medida de lo posible vamos a avanzar en acuerdos”.
Para el Frente Amplio, Lacalle y el círculo más cercano al presidente tienen un molde para responder ante los planteos: “¿de dónde sacar los recursos?”.

Pero…

Cabildo Abierto tiene su agenda y va con ella, marcando el paso. Por ejemplo, promovió un nuevo proyecto de ley forestal que mostró en la cámara de diputados una inusual alianza con el Frente Amplio y el PERI y dejó en minoría a la mayoría de la coalición compuesta por blancos, colorados y el Partido Independiente.

¡Luces amarillas!

El Partido Colorado, con más experiencia en coaliciones y de gobierno reclama mayor participación en las decisiones políticas. Le dice a Lacalle: “oiga no está solo, nos necesita, mire para este lado también” Igualmente se lanzó con un plan de medidas para trabajadores y empresas por 100 millones de dólares, y captar fondos privados para obras de infraestructura por unos 1.000 millones de dólares.

Hasta lo hizo el Partido Independiente.

¡Más luces amarillas!

John Maynard Keynes salta de la alegría: la mayoría de los partidos políticos uruguayos hoy lo toman en cuenta, piden mayor participación del Estado.

No es solo el Frente Amplio el que hace los reclamos. Son los socios de Lacalle y a sus socios los debe contemplar, debe ser más medido, más cuidadoso que con el Frente Amplio. “Todas las propuestas están sujetas a análisis, junto al equipo económico”, dijo Lacalle quien tiene claro que debe regular la competencia política interna para no herir sensibilidades.

En el último Consejo de Ministros, el Observador reveló que Lacalle le recordó a su gabinete que la suerte de la coalición y del gobierno están atadas la una con la otra. Fue todo un mensaje.

Uruguay tiene finanzas frágiles, es cierto, pero no es menos cierto que hay miles de personas en fragilidad. Hay que atender a los que cayeron ahora y a los que ya venían cayendo, cuesta abajo en la rodada. Lo debe hacer sí con cuidado de las finanzas, pero también y con diálogo político, imprescindible para salir.

El diálogo debe ser franco desde el gobierno, en la coalición y con la oposición y claro, se me dirá: pero ellos, la oposición está juntado firmas para derogar una ley fundamental del gobierno, la LUC. Es cierto, pero eso está dentro del juego de la democracia. En esto juega el gobierno y juega la oposición política y social.

Llegado el momento los dos deberán convencer. El gobierno sabe que un eventual plebiscito, si se llegan a juntar las firmas, será más que por la LUC, por su gestión en conjunto.

Pero hoy la gran política social es ayudar a la gente, a los miles y miles que no la están pasando bien. Uruguay es uno de los países que menos gastaron para enfrentar la pandemia y sus consecuencias. Lo dice el Monitor Fiscal del Fondo Monetario Internacional, el apoyo fiscal de Uruguay está por debajo del promedio de los países de ingresos bajos y es el que menos gastó en América del Sur.

La disyuntiva es cuidar la caja o la vida de la gente.

CODA

Y además de los pedidos de mayor flexibilización económica, los socios en particular reclaman estar donde se corta el pescado, donde se toman las decisiones, piden diálogo inter-coalición.

El desafío entonces para que la coalición siga viviendo y no necesite de un respirador es que el presidente Lacalle abra el juego, que deje que otros se sumen al hacerse cargo y que no quede solo sobre sus hombros esa responsabilidad auto asumida.

Hasta ahora ese “me hago cargo” le ha dado rédito. El éxito de la llegada, al fin, de las vacunas contra el coronavirus y el inicio de la inmunización a la población la va a capitalizar únicamente el presidente. En Cabildo Abierto no debe haber mucha alegría.

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  Foto: Gastón Britos / FocoUy