En la columna de sexualidad Silvia Copello nos trae la Pornovenganza, la exposición en redes de videos o contenidos íntimos de cualquier práctica sexual sin consentimiento de la o las personas que aparecen.
La pornovenganza si bien ya existía hace mucho tiempo, se vio la necesidad de ponerle un término para clasificarlo y poder penalizarlo.
«En una relación de pareja que se termina, en una relación ocasional, ha pasado en relaciones ocasionales de personas que son conocidas mediáticamente o que tienen dinero entonces lo que se hace es extorsionarlas»
«En Argentina por primera vez la semana pasada fue dictaminada una pena de cinco años de cárcel para una persona que subió videos de contenido sexual de su ex pareja, además la venía amenazando y ella hizo la denuncia. Hay una cuestión que siempre pasa ya sea con los abusos, las violaciones que pareciera que la víctima es la avergonzada, es un proceso que se da y no denuncian o no dicen por vergüenza. Las cosas que han pasado en Uruguay nunca han tenido consecuencias penales para la persona, si han obligado a la persona a bajar el contenido»
«Es tomado como un abuso y trae consecuencias serias para la persona. La pornovenganza ejerce más hacia las mujeres, no porque no haya víctimas varones sino porque la mirada sobre la mujer, sobre si le gustó o no, se le cuestiona y no justifica que una persona suba contenido que tenga que ver con su vida de índole personal cuando no dio el consentimiento para que eso sea publicado»
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