«El ataque a nuestra organización sindical no nos sorprende, es el precio que debemos pagar por enfrentar el proyecto político de la derecha neoliberal», expone el comunicado.
La Federación Ancap (Fancap) resolvió un paro de 24 horas tras cruces con la directiva. En esta última oportunidad, producto de la decisión del directorio de no renovar los convenios colectivos de 1993 y 2012 y la no renovación del alquiler del buque Malva H, así como también el cierre de las unidades en Carrasco y Laguna del Sauce. A eso se le suma -argumenta Fancap- a la decisión de no continuar con la producción de caña de azúcar en Belén, Salto, y «el probable cierre de ALUR Capurro».
El miércoles hubo un paro de 24 horas en las plantas de Carrasco y Terminal del Este y este jueves habrá otro en el resto de los sectores: Tablada, OOCC, Minas, Paysandú, Treinta y Tres, Durazno, Juan Lacaze, Turno fijo de refinería, Laguna del Sauce y Manga. Además, se propusieron organizar un gran paro nacional.
«El ataque a nuestra organización sindical no nos sorprende, es el precio que debemos pagar por enfrentar el proyecto político de la derecha neoliberal, clasista y autoritaria como lo hicimos siempre, en la dictadura, en la década de los 90s., en el 2003, y lo estamos haciendo ahora, con las firmas, con la lucha en la calle, y en las urnas con el referéndum», expresa el comunicado y asevera que estas acciones se dan en un contexto de «desmantelamiento» de Ancap.
Además, critica los «rumores de desabastecimiento por parte de integrantes del Directorio, ministros de Estado y senadores que atacan» a los dirigentes y a la organización sindical.
En otro orden, planean realizar un informe sobre el «rotundo fracaso de la política de los combustibles» plasmada en la LUC y «retomar el trabajo con el Instituto Cuesta Duarte en una propuesta REAL de reducción de las tarifas de los combustibles» a presentar a la ciudadanía el próximo 15 de octubre
Por último, prevén «comprometer el mayor esfuerzo militante, propagandístico, logístico y económico, para ganar el referéndum contra los 135 artículos de la LUC, por ser parte fundamental de la estructura que sostiene el proyecto político de la derecha, desestatizador, antipopular, regresivo, represivo, y concentrador del poder y la riqueza».