«Sospechamos que era una especie de impuesto encubierto», sostuvo Stipanicic.

Ancap y la Intendencia de Montevideo (IM) intentaron negociar «una reducción acelerada» de la tasa de inflamables, pero «no prosperó que hubiera una voluntad de acordar», confirmó el presidente de Ancap, Alejandro Stipanicic a 970 Noticias. Las reuniones entre la gerencia general de Ancap y la secretaría general de la IM se dieron luego de conversaciones entre el jerarca del ente y la intendenta de Montevideo, Carolina Cosse, pero ahora «estaremos a lo que diga la Suprema Corte» de Justicia, indicó Stipanicic.

 

La tasa de inflamables «fue creada para que la Intendencia controlara determinadas características de los vehículos que transportaban estos vehículos inflamables en Montevideo», pero según Stipanicic ya «cayó en desuso», porque «en las circunstancias actuales, los permisos de circulación de los vehículos son muchísimo más exigentes, mucho más estrictos, a La Tablada no ingresa un camión que no esté previamente registrado en Ancap».

Según los cálculos del organismo, este gravamen genera costos a los combustibles de entre 11 y 12 millones de dólares sin ninguna contraprestación, por lo que desde Ancap sospechan que es «una especie de impuesto encubierto», en palabras de su mandatario.

«La estrategia judicial es que el planteo lo haga Ducsa porque es la que se tiene que hacer cargo del costo de los fletes a partir del primer año, según la nueva regulación, y Ducsa es la que va a tener que ser el agente de retención de esa tasa», sostuvo Stipanicic.

 

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