¿Podemos decir que 2021 fue el año de la reactivación económica?

Se puede decir que en el segundo trimestre se inició un proceso gradual de recuperación económica. Impactada por la irrupción de la pandemia el nivel de actividad económica de nuestro país en 2020 cayó 6%, interrumpiendo un extenso período de crecimiento. El miércoles se conocieron los datos de cuentas nacionales del tercer trimestre 2021 que presentó un incremento de actividad de casi 6% respecto a igual período del año anterior y algo más de 4% interanual para los primeros nueve meses.

Por lo tanto, estos datos de cuentas nacionales e indicadores de avance permiten estimar un cierre de año con un crecimiento entre 3.5% y 4% (mayor al esperado al comienzo del año y en línea al estimado por el Equipo Económico). No obstante, será menor al crecimiento global y al de la región y determinará un nivel de actividad de la economía uruguaya en niveles de hace cinco años.

¿Qué causas hubieron detrás de este desempeño de la economía de 2021?

Desde el punto de vista de la producción se continúa observando a la construcción y el agro como motores de crecimiento (crecieron hasta setiembre 5% y 7% respectivamente). En particular el agro termina el año con niveles máximos históricos de faena y remisión de leche a planta e incremento importante del área agrícola.

A partir del segundo trimestre del año también se observó en la comparación interanual aumentos de la actividad industrial e inicio de recuperación de comercio y servicios.

Por su parte, desde el enfoque del gasto, destaca la demanda externa que permitirá cerrar el año con altos valores de exportaciones de bienes, en niveles incluso mayores a pre- pandemia. También la inversión crece en 2021, por el impulso de las obras relacionadas a UPM y el incremento de inversiones industriales y agrícolas.  El componente de la demanda menos dinámico es el consumo de las familias, que crece sólo 2%,

¿Y qué consecuencias ha tenido el comienzo de recuperación observado?

El comienzo de la recuperación de la economía determina:

  • mejoras de las expectativas de las empresas y de sus planes de inversión
  • mayor confianza de los consumidores
  • incremento importante de recaudación impositiva (incremento real de 6% a octubre)
  • mejoras en el mercado de empleo, con descenso de la tasa de desempleo (8% a octubre) que permitió volver a niveles pre- pandemia (aunque con caída del salario real)

¿Y respecto a los precios al consumo y competitividad  qué balance del año podemos hacer?

Los precios al consumo cierran 2021 en niveles altos, casi 8% y por encima del techo del rango meta (últimos doce meses a noviembre 7.8%). Por su parte, la cotización del dólar se incrementó sólo 5% en lo que va del año, con incidencia negativa sobre los precios en dólares.

La competitividad-precio se mantiene históricamente baja: en los últimos 10 años cayó más de 20% y respecto a la media histórica 25%, con mayor caída con los países de la región (más de 40%).

Por lo tanto, se requiere menor tasa de inflación y recuperar niveles de competitividad. Sin embargo, las expectativas de mercado para el próximo año son de 7% para el incremento de los precios del consumo y de un aumento de la cotización del dólar algo menor.

¿Qué oportunidades y desafíos se pueden identificar para la economía uruguaya para los próximos años?

Las expectativas para los próximos años son de crecimiento tendencial del orden de 3% anual, por lo cual 2022 tendrá la posibilidad de completar la recuperación de la caída de 2020 y comenzar a crecer. Al terminar 2021 se presenta la oportunidad de aprovechar precios internacionales agropecuarios altos y una recuperación parcial del turismo (estimada en la mitad de los niveles máximos históricos).

Como riesgos identificamos el desempeño económico de los países vecinos y una potencial amenaza de baja de precios de los commodities (por subas de tasas de interés y fortalecimiento del dólar).